¡Y cambiamos de planes! Teníamos algo diferente planeado para el día 12, pero al final decidimos hacer la frikada del viaje, coger el tren e irnos a Chiba, a las afueras de Tokio, al pueblo de Kisarazu. Mira que lo habíamos pensado antes de viajar a Japón, pero dijimos que no, que vaya frikada, que para qué ir. ¡Pero al final lo hicimos! :D
¿Que qué hay en Kisarazu? Sólo si habéis visto el dorama Kisarazu Cat’s Eye podéis entender que quisiéramos ir ahí y que lo denominemos como «frikada del viaje», porque sí, Kisarazu es un pueblo de Chiba que realmente no tiene nada, sólo que fue el telón de fondo de este divertidísmo dorama de hace ya algunos años… ¡y nos hacía ilusión ir! Así que aprovechando nuestro JR pass, nos fuimos hasta la estación de Tokio y allí cogimos un tren hasta no-sé-dónde para cambiar a otro tren hasta Kisarazu. Suerte que a Eric le gustan los trenes, que si no… :D
Llegamos a Kisarazu y en la oficina de información turística (sí, tienen oficina de información turística :O) nos dieron un mapa de la ciudad y muchas sonrisas :D Y ale, comenzamos nuestra ruta viendo el primer tanuki de la ciudad, ya que es el animal estrella de Kisarazu (es un pueblecito costero, y en estas fechas de enero, hacía un fresquete que pelaba, porque hacía bastante viento):
Justo al lado de la estación hay un templo de madera, con un jardincito la mar de mono, la verdad.
Y desde allí fuimos a la calle más importante de Kisarazu, Mimachi-dori, cuya entrada está flanqueada por dos tanukis:
A Eric le costó entender que eso no era un «guau» sino un «tanuki», jajajajajaa… y ahí les dejamos, hablando un rato:
Y ahí estaba justo una de las cosas que queríamos ver en Kisarazu… la estatua de uno de los personajes de la serie, Ozzy… ¡Ozzy estaba allí!
Nos hicimos una autofoto con Ozzy y Luis me grabó un vídeo cantándole una de las canciones del dorama (sí, no tengo vergüenza, allí en medio de Kisarazu haciendo el chorra)… fue divertido.
Justo al lado de la estatua de Ozzy hay una tienda de recuerdos y trastos de la serie (tenían el cartel de la peluquería, por ejemplo y millones de cosas más), pero parecía cerrada…
Desde allí fuimos al templo de unos de los siete dioses de la buena fortuna que hay en Kisarazu.
Seguimos paseando y encontramos otro templo súper chulo… si al final Kisarazu va a tener muchas cosas que ver, pensamos, jajajajajaa….
Allí le compramos un amuleto a Eric súper friki, de una serie de anime, y seguimos nuestra ruta por Kisarazu, para encontrarnos con dos sorpresas. Primero, un pequeño santuario, muy mono él, en una esquina de una callejuela:
Y casi enfrente… ¡un love hotel de temática navideña!
Salimos a otra de las calles principales de Kisarazu y decidimos parar en una tienda de obento que tenía muy buena pinta (hechos a manos y en el momento, tenían que estar buenos) y comprarnos comida para los tres. Más que nada porque muchos otros sitios parecían cerrados, además!
Eric se comió un obento de karaage:
Luis uno de katsu-kare:
Y yo uno de bibimbap:
¡Estaban deliciosos! Además nos dieron sopa miso calentita, que con el frío que hacía, se agradeció, la verdad. Comimos tranquilamente y proseguimos nuestra visita al súper pueblo de Kisarazu yendo hasta el puerto.
Desde donde, a lo lejos, se veía Yokohama…
Y el puente rojo que había salido muchas veces en la serie…
De camino a la estación, vimos otro templo dedicado a los tanuki (que están por todas partes en Kisarazu):
Y fuimos despidiéndonos de Kisarazu, que tiene un rollo entre dejado, cutre y ‘del pasado’ que lo hace muy especial, la verdad:
Y cogimos el tren de vuelta a Tokio, parando en Akihabara, que Luis quería ver si podía comprarse un juguetito de los suyos, jejejejejee…
Con las manos vacías (no encontró lo que buscaba), nos volvimos al hotel y decidimos darnos un baño en la piscina, que está en la cima de una de las tres torres… ¡vaya vistas que hay desde allí! Si habéis visto la película Lost in Translation, ya lo habéis visto :D
Tantos días de viaje comenzaban a hacer mella, así que decidimos quedarnos en el hotel a cenar y no salir más, con lo que fuimos a uno de los restaurantes del hotel y cenamos, tranquilamente, allí.
Y poco más. Algo de tele y a dormir.
Como siempre, podéis ver más fotos en el flickr de Lau y el flickr de Luis.
Besos,
Lau
Ottia!! Que esa piscina sale en Love Shuffle :O!!!!
(Pienso ir a Kisarazu si o si, que lo sepas :P)
Y la piscina de Lost in Translation :D
Vete a Kisarazu, mola mil!!!!!!!