Vale. Ya está. Ya lo he dicho. Loud and clear. Odio ir al parque. Sí, odio ir al parque. Y por lo que parece, no soy la única. Somos muchas y somos molonas, pero me adelanto. Por pasos.
Odio ir al parque, pero no me entendáis mal. No odio el hecho de ir al parque en sí, odio todo lo que conlleva y todo lo que hay. Es decir, me encanta ver cómo Eric se pone nervioso cuando llegamos y empieza a moverse directo a los columpios. Cómo sonríe cuando estoy a punto de lanzarle en el columpio y las caras que pone mientras está columpiándose. Me encanta ver cómo abre la boca en plan sonrisota cuando le siento en el tobogán y se tira. Me encanta ver la cara de interesante que pone cuando coge arena y se la tira por encima. Me encanta ir al parque con Eric pero lo odio cuando hay más niños y más mamás y papás. Vale, ya está, ya podéis llamarme asocial. Quizá lo sea. Probablemente lo sea. Pero qué le voy a hacer… A ver, me intentaré explicar:
Llegas al parque y te encuentras un grupito de padres y/o madres que hablan entre ellos sin hacer ni puñetero caso a sus hijos que dan tumbos por ahí o comen arena sentados cerca. Vale. Saludas y dices «buenas tardes» porque a ti tu madre te enseñó que era de buena educación saludar en estas situaciones. Y esperas, pero nadie dice nada. Ni buenas tardes ni hostias, ellos siguen a lo suyo. Vale, pues yo a lo mío. Y casi mejor, sinceramente, porque aunque me siento una outsider (una descastada, abandonada, sola y sin amigos, fuera del grupo) oigo ciertas conversaciones y veo ciertas cosas que… ¡se me ponen los pelos de punta!
Lo primero, monotema. Que sí, que está muy bien hablar de nuestros hijos, si yo soy la primera que siempre tengo a Eric a punto en mis frases y me encanta hablar de él, pero… ¿y esa competividad? «¿Que tu hijo no anda? Mi [nombre] empezó a andar a los 7 meses». «¿Que tu hijo no habla? Mi [nombre] ya sabe contar hasta 10». «¿Que tu hijo no va a la guarde súper mega pija? Pues yo hice cola toda la noche para conseguir plaza». Y así. Y aunque tú pases al final eso tiene que joder, no? (pregunto porque como soy una asocial pues claro no me he encontrado en esa situación, sólo la veo desde fuera ^_^).
Después está el hablar del tiempo y esas cosas. Lo típico cuando no sabes de qué coñe hablar con esa persona. A mí estas situaciones me parecen súper incómodas, qué queréis que os diga. Además, yo estoy en el parque por Eric, no para hablar del calor que hace con una perfecta desconocida. Prefiero sentarme en el suelo y jugar con él en la arena. Pero no, eso no se estila. Los papás y mamás están de pie hablando entre ellos del tiempo mientras los niños juegan, lo cual, como veis, me enerva enormemente. ¿Por qué sonreír falsamente y hablar de cosas banales (ya somos mayorcitos y estas cosas se notan y se ven, ¿es necesario hacer tanto teatro?) cuando podemos sentarnos y jugar con nuestros hijos? Yo me levanto tempranísimo para llegar a recoger a Eric a una hora decente y poder pasar unas horitas con él. Y me encanta que juegue con otros niños, pero si por lo que sea está jugando solito, yo paso de conversaciones supérfluas con mamás supérfluas y me siento en la arena y me pringo y juego con él. Seré asocial y todo lo que queráis, pero lo prefiero.
Luego están los que se creen que el parque es suyo sólo porque forman parte del «grupo», de esa tribu que no sabe ni decir buenas tardes y no hace ni caso a sus hijos. Los que gritan a sus hijos «sí, tenemos que esperar que el columpio está ocupado» y se ponen exactamente a tu lado (que casi les podrías golpear con el columpio, alguna vez se me ha pasado por la cabeza, estoy viendo cómo golpearles mientras saco a Eric del columpio, ^_^) y hasta dejan que su hijo te vaya tirando arena o se ponga delante o detrás del columpio (y tú viendo que le vas a dar…) y esas cosas. Joder, yo seré asocial pero este tipo de gente es gilipollas.
Ay, el grupo. Qué difícil es entrar en un grupo, ¿verdad? Pues en el del parque es casi imposible. Qué coño casi, es imposible. Si no te contestan a las buenas tardes qué más puedes esperar. Intentas ayudar a una mami en apuros (bebé recién nacido en brazos, niño algo más mayorcito que quiere bajarse del columpio pero no puede solo) y te ignoran descaradamente para buscar ayuda de otra del grupo. No sea que vayas a raptar al recién nacido o secuestrar al mayor. Pfffff…
Y de muchos niños ya, ni hablo. Sus padres no les hacen ni caso y entiendo que a partir de cierta edad es bueno y necesario pero… ¿hay que aceptar por ello esa mala educación? Ains, qué pesadez de niños, a veces. Pero con esos padres, no me extraña…
Y podría seguir y seguir, pero lo dejo ya. Es curioso, porque he dicho en twitter y facebook que odio ir al parque y varias mamis de mis entornos 2.0 me han dicho que ellas también. Conclusión: a la mamás molonas no nos gusta ir al parque… ¡necesitamos un parque para mamás y papás molones, jejejeej! Aunque mientras tanto, seguiré yendo el parque cada tarde y seguiré tuiteando después el «cómo odio esto de ir al parque» que ya es casi una tradición. Y los años que me quedan…
Besos,
Lau
Completamente de acuerdo… otra antisocial que se presenta. Yo soy de las que no aguanta a la «fauna» de mi parque… las «come-pipas» y las «paponas» me miran raro porque estoy pendiente de mi hija mientras se sube a los columpios e intento que guarde su turno o que tenga cuidado con los mas pequeños… las «roba palas y cubos» se molestan porque no dejo jugar a SU hijo o hija con las cosas de MI hija llenandolas de agua para hacer barro que luego me toca limpiar a MI claro, porque ellas no van a dejar sus pipas ni su banco para limpiar los juguetes de mi hija que ha ensuciado el suyo… en fin, yo ya llevo cuatro años de parque y sigo llendo sola con mi hija, ni me siento a cotillear en los bancos, ni como pipas como si no hubiera mañana haciendo una alfombra de cáscaras que ya las quisieran en la Orotava… Si, soy antisocial, a mucha honra, aunque me gusta mas lo de «madre molona» jejejeje
PD. Si encontrais un parque de mamis/papis molones hacedmelo saber… que nos teletransportamos en un plis-plas
Yo soy de este club. Del de las asociales del parque, quiero decir.
No añado más porque está perfectamente descrito.
Gran post ;-)
Comento aquí también, el mismo comentario que le puse a @luisete en el Greader.
No es asocial. De hecho creo que está siendo bastante social, hay un grupo que la rechaza y ella se muestra su enfado. Si fuera asocial ni querría entrar en el grupo. Por decirlo así. Vamos, que hace bien reaccionando.
Yo estas cosas ya me dan pavor. Hay un parque a 30segundos del portal que de 18h a 19h30 está lleno de lo que describe la chica esta. Treintañeros de clase media que al salir del curro aparecen ahí. Como un reloj.
No nos hemos metido a mirar porque aún no es hora, pero en unos meses tendremos que ir por ahí. Y me temo que vamos a vivir cosas similares.
La única solución es ser aceptada por el grupo este. Y para entrar tienes que jugar con el status quo que tengan ellos, que se habla del euríbor? pues nada, retaila de frases hechas, así con todo hasta que más o menos vayas viendo de qué va cada uno. Interesarse progresivamente por los niños de los otros. Que si cómo se llama (qué guapo está, qué pelo más bonito, aunque sea mentira, digo yo), que si cuantos meses tiene, que si te comía bien, etc. Otro truco a lo mejor es decir (o inventarse) «defectos» del propio niño para conseguir empatía o respuesta, por ejemplo: «Ay que ver que noches me da» y si la respuesta es «Ay pobre, el mío con eso es que es muy bueno, la verdad» pues ya consigues que la otra madre ya entre al juego.
Mucha mano izquierda, mucha otra mejilla, a saber… estoy elucubrando.
Ay, en el Greader hablaba de ti en tercera persona, se me olvidó editar :-)
«Cuantarazón».
Luego pasarás por la época de sentirte la animadora del parque: estás jugando con tu hijo, explicando historias, haciendo castillos o lo que sea, y como eres el único adulto que les hace caso, te encuentras rodeado por los otros niños, en plan flautista de Hamelín. Así que si los demás padres o madres no juegan con ellos, no es porque los niños no tengan ganas! En fín, ellos se lo pierden…
Me encanta tu blog. Tengo curiosidad en que trabajas y por que zona de Madrid vives. No tienes más que 1 hijo? Gracias por tu respuesta
Ah y a mi no me gusta tampoco los parques
Pues yo me apunto también, prefiero ir cuando no hay nadie, así no tengo que aguantar a mamas supermegaguaysquetecagasqueperfectassomosporestarenelparque, pero que no se levantan del banco y gritan: «X ven aquí, X no hagas eso…» coño, levantate y se lo dices, porque como le de a mi hijo me tiro a tu moño!!!
Y no solo en el parque, en los centros comerciales, donde las bolas y eso también hay que ir con un cuidado!! un dia casi me pego con una madre!!
Completamente de acuerdo!! a mí me pasa también en el colegio!! las madres no me saludan y hacen corrillo en la entrada hablando de cosas que……….madre mía!! ayer hubo una reunión sobre fin de curso y, aún conociéndome, nadie me lo dijo. He tenido que ir directamente a hablar con la profesora para que me informe. Además, son de pelotas con la profesora!!! uuuffff
Yo también me traigo aquí lo que comentamos en Twitter. Estoy en parte con Anníbal, ellos se lo pierden si acabas siendo el único que juega pero en mi caso, llámalo suerte o llámalo experiencia, acabamos cuidando un poco todos de todos en el parque, o al menos unos cuantos.
Es inevitable soltar a las fieras al llegar a la zona de juego y de igual manera comenzar a estudiar a los presentes, poco a poco te vas dando cuenta de quien parece más o menos dispuesto a colaborar y si te muestras predispuesto todo es más fácil, creedme cuando digo que teniendo tres nenes y de diferente edad eso es fundamental porque no comparten el juego durante todo el tiempo y en ocasiones te faltan ojos para tener todo bajo control, algo imposible si vas solo…
Venga, que no os suponga un trauma, tras dos o tres años de visitas al parque se vuelve algo natural… ;-)
Recupero este comentario para decirte que, efectivamente, tras unos años la cosa se normaliza y hasta se disfruta un poco más :D :D :D
Pues aquí otra que se une. No me hace nada de gracia ir al parque en la ciudad, que es donde más se ven estas situaciones; al contrario, cuando voy al parque en mi pueblo natal ya conozco más a la gente, y si quiero hablo y si quiero no. Pero en la ciudad, debo parecer de lo más antipática del mundo, pero yo voy a lo que voy, a que se lo pase bien mi hijo, no ha hacer amistades.
Lo que me pone negra son esas madres que están tan metidas en su club social que pasan de tener vigilados a sus niños (hasta este punto por mi plin) pero que por unas o por otras acaba afectando a tu hijo: le intentan quitar el balón por las malas, le empujan a lo brusco para subir al tobogán, le acosan… Ahí ya si que me pongo de una mala oossssscuridad. Señoras, a ver si vamos enseñando algo de civismo a los hijos desde pequeños porque sino vamos apañadas. Que yo soy la primera que hecho el alto a mi hijo si coge el juguete de otro, a no ser que reciba el permiso directamente de la madre o padre…
En fin, paciencia, como muchas veces. Besos!
¡Uau! ¡Gracias a todos por los comentarios! ¡No estoy sola en el mundo!
Na, una cosa, un pequeño apuntillo de nada… no quiero formar parte del grupo. Bueno, a ver, sí, todos queremos formar parte de un grupo, pero en este caso yo no quiero si es grupo es ése. No quiero ser ese tipo de madre y reflexiono sobre ello no porque quiera ser parte del grupo, sino justamente porque en este caso no quiero… ¡pero sí me encantaría tener compañía de mamis y papis como yo! No sé si me explico…
;)
Buff… cuánta razón…
Yo por ahora me dedico a bordear el parque porque mi peque es muy pequeña y flipo…
Se supone que al parque vas por los peques, entonces ¿por qué pasas de ellos?…
Y tienes razón, las charlas son una competición de padres a ver cuál tiene al hijo más superdotado. Y el problema es que esos grupitos y esas competiciones se ven reflejadas luego en los niños que ya tienen algún añito y siguen el ejemplo de sus papis.
Habría que hacer turnos de parque :-)
Gracias por escribir estas cosas me habeis alegrado la noche.Me siento muy identificada y me alegra saber que hay gente que piensa como yo.
Me encanta ver a mi hijo disfrutar jugando con otros niños en el parque, pero odio ver la estupidez que se genera a su alrededor…lo habeis descrito perfectamente.
Jajajaja, gracias por tu comentario! No sé cuánto tiene tu hijo, pero el mío ya tiene casi 5 y medio y te diré… que la cosa mejora con el tiempo. ¡Un abrazo!
Estoy encantada con este blog! Mis esperanzas están puestas en que algún día mis hijos serán educados, respetuosos, agradables, que no arrancan los juguetes de las manos de sus propietarios, que no quitan el turno en el tobogán a empujones, que no escupen (pero de quién aprenden eso???), que no pegan ni muerden, que saludan (ellos a veces tampoco tienen respuesta de otros niños ¡qué majos!) que no discriminan a otros niños por razones ridículas…en fin que serán personas y yo orgullosa de ello porque hacen lo que se debe hacer.
Besos y totalmente identificada.
Chicas perdonen pero creo que eso solo os pasa a vosotras porque tomais las cosas a pecho y soys falsas y traicioneras!!
Me veo bastante reflejado en todo, salvo que tengo una cierta envidia por los padres comepipas.
Donde vivo hay muchos parques, y llevo 5 años haciendo rutas aleatorias (a distintas horas por trabajo y extraescolares) entre ellos, porque algún día entre semana la niña coincide con alguna amiguita de la clase, y que se lo pase en grande con ellas, aunque sea para 30 minutos, para mí no tiene precio.
El resto de los días de la semana, la mitad de las veces que voy al parque, encuentra niños de su edad con los que jugar, y ya cuando no hay nadie o los niños ya tienen un grupo cerrado, me toca a mí meterme al tobogán con ella.
Y ya está el día grande, con los columpios grandes, en el parque grande. Los fines de semana se convierte en un hervidero de niños. Y un suplicio para mí. Por qué? Porque todos los niños van con hermanitos de edad parecida con los que jugar, y casi todos van con amiguitos de los grupos de padres. Y yo, cada fin de semana, voy sólo, a la aventura, con mi niña sola, y me ataca el ansia el saber si habrá alguna amiguita con la que jugar, o niños receptivos a que la niña se integre en su grupo… Es muy duro ver a más de 50 padres en el parque, y sólo ver que hay 1 ó 2 en la misma situación de ir sin grupo.
Y afortunadamente, cada vez menos con años, no ocurre tan a menudo esa situación que me hace sentir fracasado como padre. Que es ver a la niña cabizbaja, sola, en el arenero, con la mirada en el infinito, mientras el resto de los 20 niños en el parque juegan todos con sus amigos. Para evitar esas situaciones, cuando veo que van a suceder, rápidamente cojo a la niña con algún juego y echamos una carrera a otro parque…
Y a costa de 5 años de dedicación, malo será que en ninguno de los 3 parques a los que suelo ir cada tarde, la niña no coincida con algún conocido o se integre con otros semejantes.
En conclusión, mi experiencia es que por ser un fracasado social, un outsider (como Lau decía), mi niña no tiene por qué pagarlo. Ojalá tuviera un grupo fijo de padres amigos con los que ir todas las tardes con los niños (y no es que a mi en mi antisicialidad me haga falta, sino por la niña para tener un grupo estable de amigos todas las tardes). Pero quedarme en casa poniendo el Clan TV a la niña no puede ser la solución. Las habilidades sociales que yo no puedo enseñar a mi hija tiene que ganarlas en la calle.
P.d: No aporta ningún valor adicional a lo dicho anteriormente, pero cuando voy al pueblo, ahí sí que soy del grupo de los comepipas y a mucha honra.
Idem! Me da cosica porque digo asi mi hija tiene niños para jugar, pero que va! Son como sus padres solo se juntan con su grupo y para que la den de lado por ser de la chupipandi de niños maleducaos (que por otro lado lo son y mejor que se aleje de esa gente) prefiero que este sola y estar yo con ella y depaso no me pongo mala viendo a las madres padres pasar de los crios. Me siento rara. (Ahora menos) (aunque en general ese teatro de la social no me gusta en ninguna situacion)