Ayer se celebró el XXV Concurso de Oratoria en Japonés de Madrid y yo…

… yo me volví a presentar a este evento 15 años después de haberlo hecho por primera vez… ¡15 años después! :D

Sinceramente, me hacía ilusión presentarme 15 años después (es una fecha chula, ¿no?) y especialmente que coincidiera con con el 25 aniversario de la celebración del concurso que justamente se celebraba enmarcado en las celebraciones del Año Dual Japón-España. Vamos, que era una ocasión muy especial y merecía la pena hacer el esfuerzo.

Untitled

No iba con la idea de ganar, sabía que ni mi discurso ni mi nivel eran para ganar, así que en ese aspecto estaba tranquila. De hecho, me gustó mucho todo el proceso de preparación: pensar un tema, escribir el discurso, escribirlo en japonés, revisarlo, corregirlo, acortarlo, memorizarlo… fue un ejercicio bonito, porque aunque mi nivel todavía no es (ni será nunca, a este paso, ^^;;) para tirar cohetes, sí pude trabajar yo sola con mi texto y sentirme orgullosa de ello.

Untitled

Eso sí, no salió como quería. Podría haber salido mucho mejor, pero lo cierto es que no me sentí cómoda detrás de un atril demasiado alto para una persona bajita como yo. Al subir, me di cuenta de que no veía a la gente de las primeras filas y pensé: «si yo no les veo a ellos, ellos no me ven a mí» y esa incomodidad me puso nerviosa. No estaba a gusto y se notó. Odié ese atril con todas mis fuerzas, jajajajaja. Pero dejando esto aparte, hubo mucho nivel. En el Grupo II éramos siete finalistas, de los cuales me gustaron muchísimo dos chicas, Lourdes Balma y Júlia Bañeres, que quedaron tercera y segunda repectivamente. El ganador Pedro Cordero no fue una sorpresa (cuando empezó a hablar ya dije que se lo llevaría de calle, no sólo por el tema de su discurso sino por su soltura en japonés… totalmente merecido), pero claro, era un chico joven que había vivido 21 años en Japón… ¡difícil de superar! :D No es crítica hacia él, eh, eso quiero que quede claro. Su premio me pareció muy merecido, pero claro, competencia así es un poco… desalentadora, la verdad. Quizás debería haber un grupo especial para gente que haya vivido más de X años en Japón, pero claro, no sé si habría suficientes participantes…

Untitled

En el Grupo I, también con 7 finalistas, me gustó mucho el discurso de Sergio Alejandro Jimenez, que quedó segundo… Muchísima soltura, muy divertido y encima muy bien  nivel y pronunciación y me gustó mucho el tema de Carlos Naranjo, me pareció un discurso muy conmovedor, muy bonito (y a mí este tipo de temas me encantan :D). Las reflexiones de Èrica Martínez me parecieron muy interesantes (hablaba de cómo la tecnología afecta y cambia nuestras vidas) y el discurso de Silvia Tomey sorprendió, porque parecía más una poesía relatada que un discurso en sí. En tercer lugar quedó Isabel Albert con una historia realmente maravillosa, totalmente merecido el premio, mientras que el ganador fue Arturo Galo con una reflexión sobre cómo es España y en qué debería cambiar. Sinceramente, el nivel en el Grupo I me pareció muy alto y fueron muchos los concursantes que me gustaron por diferentes razones.

Untitled

Este año había una novedad, el Grupo III de extranjeros residentes en España. Con cuatro participantes, fue un grupo desigual, en el que hubo personas que leyeron el discurso sin tener mucha idea ni de lo que decían y otros que lo manejaron con bastante soltura. Para mí, el ganador, Sebastian Morgan, fue merecido y el segundo lugar de Gabriele Di Ubaldo también.

¿Lo mejor del concurso, para mí? Ahí va:

  1. Que Eric tuviera paciencia infinita (y Luis con él, todo sea dicho) de aguantar más de dos horas y media de discursos en japonés para poder ver a su mami. Por la mañana le había explicado que iba al concurso, había hecho el discurso delante de él bastantes veces y él quería verme. Aguantó, pobrete, como pudo, aunque cuando salí yo (sobre las 19:30h) el pobre estaba hasta las narices, ya. De hecho, cuando bajé del escenario, no fui a mi sitio, sino que directamente fui a buscar a Eric y a Luis y salimos para encontrarnos con la canguro, que se llevó a Eric a casa :) Pero fue boniiiiiiito tenerles ahí.
  2. Que pudiera reencontrarme con una de las mejores profesoras que he tenido nunca: Shigeko Suzuki. Su energía y vitalidad hicieron que me enganchara al japonés y que no desistiera, a pesar de que a mí este idioma se me resiste sobremanera. Fue precioso poder hablar con ella y retomar un poco el contacto, que conociera a Luis, poder hablarle de Eric (aunque una lástima que Eric ya se había ido) y en fin, verla y abrazarla. Fue un auténtico placer y me emocionó un montón.,
  3. Que Carlos Naranjo, del Grupo I, se me acercara y me dijera «¿Tú eres Laura de Japonismo, no?». Eso, debo confesarlo, me hizo una ilusión tremeeeeeeeeenda :D Sí, es un «ego boost» a saco, lo reconozco, pero me hizo ilusión.

En fin, un placer haber participado. Gracias a Víctor, Nacho y Javi por darme ánimos antes del concurso, a Luis por su apoyo durante todo el tiempo y por mantener a Eric tantas horas para que al final pudiera verme, a varias personas del público que me animaron y felicitaron después del concurso y por todos los mensajes vía LINE, whatsapp, Facebook y Twitter que recibí anoche… ¡me encantó!

Y me encantó poder irme a cenar después al restaurante Santceloni… ¡qué riiiiiiico estaba todo! Aunque eso merece otro post :)

Ains… dentro de 15 años (?) me volveré a presentar, jajajajajaja.

Besotes,
Lau