Después de lo del Bauzá, nos juntamos con José Miguel y Julito, dos amigos nuestros (del conocido grupo de «los J» jejeje) para ir a ver a otro J, Javi, al que le habían operado hace dos días de una hernia.

Por suerte, todo ha salido estupendamente aunque el probe Javi está que le duele hasta el carnet de identidad…

Luego, decidimos ir a tomar algo de cenar (acabamos en un «Prada a tope» comiendo cecina y chichos, regado con un vinito del bierzo, una crema de limón con castañas en almibar de postre, y para acabar, un chupito de un aguardiente que había pasado 4 años en barrica, de 50 grados, que sólo nos atrevimos a probar los mismos borrachos de siempre, es decir, Josemi y yo :D). Luego, acabamos en un garito del nuevo centro comercial Príncipe Pío tomando una cervecita subidos a unos taburetes que se resbalaban que daba gustoooooooooo…

Entre medias, y como detalle curioso de la tarde, una furgoneta que ofrecía un curioso servicio: marido de alquiler :DDDDDDD

Saludillos!
Luis