Pues el sábado teníamos más cosas que hacer relacionadas de una u otra manera con la boda…
Habíamos quedado en el hotel donde nos casamos para ver cómo queda el salón montado para una boda, porque hoy sábado había una, y ciertamente cambia un montón el salón! Nosotros lo vimos panelado, un viernes por la tarde, porque lo estaban utilizando empresas, pero verlo todo diáfano (palabra dedicada especialmente a Laura ^___^), con las mesas montadas, fue genial, y desde luego nos dejó plenamente convencidos de que será todo un éxito! :D
Luego, nos quedamos a comer en el restaurante del hotel, para probar cómo es la cocina y saber así qué nos podremos encontrar. Para esto, nada mejor que el típico menú degustación: ensalada de vieiras con praliné de pistacho, quesó brie en tempura con souffle de mango y reducción de miel, risotto de maíz con moluscos y espárragos verdes, bardo con salsa de almendras, y corzo con salsa de miel. De postra, torrija brioche con espuma de leche merengada y gelatina de vainilla… Una vez más, y como diría Coronado… ¡Buenísimo! :DDDDDD
Y no es coña, eh? Que estaba todo de vicio! Y salimos muy, muy llenos! Desde luego, el menú de la boda es algo distinto, porque cambian los tamaños de las raciones, y alguna otra cosa, pero el estilo de la cocina es parecido, así que genial… Ved aquí a Laura preparada para ponerse morada…
Saludillos!
Luis