Hoy Eric cumple tres años.
Todavía recuerdo la sorpresa que nos dio (no tenía que nacer hasta 3 semanas más tarde), lo peliculero que fue romper aguas, el nerviosismo mezclado con emoción de ir a la clínica, las pruebas de última hora y el quirófano. Oír a los médicos decir que si sería del Barça o del Madrid. Bromear yo que sería del Atleti o del Español, aunque sólo fuera por joder. Oír el «en 3… 2… 1…» y oírle llorar. Verle volar por encima de mi cuerpo mientras oía un «este es tu hijo». Sentirme extremadamente nerviosa mientras le hacían las primeras pruebas. Flipar y llorar en colores cuando me lo pusieron encima. Llorar todavía más cuando me dijeron que se lo llevaban a papá mientras a mí me terminaban de ‘arreglar’ y ‘coser’. No recordar nada, nada de nada, hasta llegar a la habitación y verle ahí, de nuevo, con su papá y pedirle a Luis que me lo pusiera al lado, en la cama. No podía moverme, pero quería a mi hijo conmigo. Felicidad. Emoción. Lágrimas. «Mira qué deditos, tienen todos los detallitos, pero en versión mini», no paraba de decir. Reír. Llorar. Y así en bucle constante. Creo que no hay sentimiento comparable con lo que sientes al tener un hijo. Y no se puede describir. Son nueve meses que te intentan preparar para ello pero el sentimiento es simplemente inexplicable. Así que ni lo voy a intentar.

Eric recién nacido
Recuerdo esa primera noche, en la que me dolía todo y no me podía mover y Luis se encargó de todo. Recuerdo cuando a la mañana siguiente exigí que me quitaran todo y me dejaran levantar. Recuerdo el DOLOR en mayúsculas al levantarme, el DOLOR en mayúsculas al intentar andar, el DOLOR en mayúsculas al intentar hacer cualquier cosa… pero mis ganas de estar con mi hijo, de cogerle, de cambiarle, de tener movilidad para estar con él eran mayores que ese dolorazo, así que aguanté. Y sonreí. Estaba en una nube y en esa nube se aguanta todo. Recuerdo las ganas que tenía de irme a casa y cómo cuando llegué no pude parar de llorar en una mezcla extraña de emociones que tampoco sé definir.
Y así han pasado tres años. Tres años de noches sin dormir, días de juegos, de aprendizaje constante (tanto de Eric como nuestro ^^), de risas, de enfados, de ir de aquí para allá… de vida.
Tres años maravillosos.
Feliç aniversari, pitufu meu. T’estimo.
Muchas felicidades!
Lagrimones.
Tiene que ser precioso.
Y sois unos padres increíbles.
Feliz cumpleaños al enano y a ti, que fuiste la que sufriste más, aunque te haya merecido la pena.
A pesar de todo, océanos de amor, Laura :)
Bufff… Impresionante todo lo que he sentido al leerlo… Felicidades a los tres por esos tres!
PRECIOSA entrada! Muy emotiva y bonita.
Nada se puede comparar a ese momento, NADA. Y mira lo rápido que pasa el tiempo, lo pequeñito que era y lo precioso que está ahora.
Muchas felicidades para el peque, y muchos días de felicidad para compartirlos con él para el resto de la familia.
Que paséis unas muy felices Navidades. Menudo regalazo os hicieron hace tres años.
Besos!
Ainsssssss Lau… qué bonitooooo!!! Yo no sé qué es tener un hijo, y ya sabes que con el paso de los años se me quitan las ganas, pero con entradas como esta te dan ganas de estar con un bebé propio al lado, aspirando su olor a bebé, acariciando los mofletines… ~♥
Qué más decir?? Que felicidades al homenajeado!!! Que es un nene super salao y espabilaete… Que enseguida se gana el kokoro de los que le conocen! Muchas felicidades, Eric, y que cumplas muuuuuchos más… Lo de los regalos ni te lo digo, que he visto el acopio que has hecho esta mañana XDDDD
Besazos de tu profe-sin-ejercer favorita (o eso espero XD) Veeeenga, y para tus papis también!!! BESOS familia!!! Y felices fiestas!!! ^_^
Lau,
Creo que las mayúsculas con las que has escrito «DOLOR» son demasiado pequeñas. Con todo esto de la vesícula he tenido una «breve impresión» de lo que puede ser una cesárea (yo tuve veinte grapas repartidas en cuatro agujeros) y de verdad que no me puedo imaginar cómo debe ser coger al niño o moverte en casa con él. Monumento a las mamás por cesárea (como la mía, dos veces…)
Me alegro mucho del tercer cumple de Eric… el otro día pensaba yo en Lau y Luis «antes de» y… sois mucho más divertidos ahora!
Un abrazo grande,
Miri