Me gusta ir a la Pradera por San Isidro, aunque esté lleno de gente, aunque en el césped al final estés incómodo, aunque te cobren un riñón por un bocadillo de pan de ayer o por una cerveza a menudo mal tirada, aunque huela malo por las frituras de entresijos y otras cosas que prefiero no recordar. Me gusta ir a la Pradera y ver el ambiente y los chulazos y las chulazas paseando y el carácter ‘cutre’ de los puestos de comida, qué le vamos a hacer.
Este año hice muy pocas fotos, pero bueno, alguna dejo aquí para el recuerdo.
Lau
Hasta los olores molan (sólo en fiestas y por tiempo limitado :D) Chulas las fotos!