(English below)

Como bien indica el título de este post, ayer sábado fuimos a ver la película «Memorias de una geisha», basada en el aclamado libro de Arthur Golden del mismo nombre.

Habíamos visto muchos fotogramas de la película y nuestro ojo semi-experto en el mundo de las maikos y las geishas estaba un poco molesto con la caracterización de los personajes: maquillaje blanco demasiado suave, peinados inventados para la ocasión (cuando el mundo de la flor y el sauce tiene historia propia en lo que se refiere a peinados), obis que no están atados lo suficientemente arriba en una maiko, etc… Sin embargo, ayer quisimos olvidarnos de todo e intentar ver la película como si no hubiésemos visto nada, como si no supiéramos nada… queríamos disfrutar de la película como el que más.

La primera conclusión que sacamos después de ver la película es que el film se queda corto (a pesar de que dura dos horitas, ^_^), pasa muy por encima a la hora de contar la historia, no profundiza en nada… y el resultado es una película más bien fría que te deja más o menos igual, que te deja con un sentimiento de «podría haber sido mucho más». Entendemos que el libro da muchos detalles y se para a explicar todos y cada uno de los pasos que da la protagonista de la historia, algo que naturalmente la película, por cuestiones cinematográficas, no puede hacer. Pero es que por hacer no hace nada… en teoría, se termina la película y uno tiene que estar convencido de que Sayuri fue una de las geishas más importantes de la época… pero tan solo te lo crees porque te lo dice la voz en off y algún que otro comentario, no realmente porque la historia te evoque a ello. Si nadie dijera nada, desde la película nunca sacaríamos la conclusión de que Sayuri fue una de las geishas más importantes… ¡imposible!

Asimismo, se echa de menos también una mirada más profunda al mundo de las geishas: más baile, más shamisen, más peinados, más maquillaje… en definitiva, un poco más del aprendizaje de la protagonista. En el libro, uno va de la mano paseando por todo Kioto (que justamente en la película se convierte en «Miyako») y aprende, junto con la protagonista, todo lo referente al mundo de la flor y el sauce, todo lo que aprenden, primero, y hacen, después, las maikos y geishas de esa época. Toda esta información, naturalmente, se echa mucho de menos en la película, ya que se pasa por encima de todo sin dar ningún tipo de información… y esto afecta no sólo a la calidad final de la cinta, sino también al crecimiento de los personajes en la misma. Algo que también nos sorprendió, mirad las lamparitas…. ¡pone hanamachi!Qué gracia… un poco chorra, la verdad:

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En cuanto a los decorados, nos gustaría deciros que se ha utilizado como fondo para muchas escenas el Japanese Tea Gardende San Francisco. Como estuvimos hace relativamente poco (y antes de ver la película sabíamos que algunas escenas se habían rodado ahí), fue muy fácil reconocer los sitios por donde paseaban los personajes… porque nosotros también hemos paseado por ahí, jejejeje. Como por ejemplo el «súper puente» o un mini templecito… todo formaba parte del Japanese Tea Garden y lo reconocimos enseguida… ¡fue divertido! ^_^ ¿Veis el puente detrás de las protagonistas? ¿No os suena? Tenemos una foto con Lau, intentando cruzar el puente, en el segundo día en San Francisco, ^_^:

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También reconocimos otros sitios que conocemos bien, como los famosos recorridos llenos de torii rojos del templo Fushimi Inari, al sureste de Kioto, por ejemplo…

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Dejando a parte las diferencias que pueda haber con la realidad, estéticamente, la película no está nada mal. La recreación del Japón de antes de la 2ª Guerra Mundial es bastante buena, aunque volvemos a lo mismo: la cámara siempre pasa muy por encima. Faltan más escenas dentro de la ochaya, viendo a la geisha trabajar… eso habría ayudado a creernos un poco más la historia, a afirmar, al salir del cine, que Sayuri desde luego fue la mejor de las geishas. Sin embargo, la recreación de los maquillajes y peinados de las geishas, aunque no del todo correctas, no resultan tan molestas como pensábamos al principio, y poder admirar los exhuberantes quimonos y obis que visten las protagonistas es fantástico… aunque cuando vemos la fotos, no podemos dejar de pensar en los errores de peinados, maquillajes, kanzashis… ^_^

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Por cierto, que ambos quedamos encantados con la música de John Williams. Preciosa, te acompaña durante toda la película y afirmamos, sin duda, que es lo mejorcito de la cinta.

En fin, que si el libro os gustó como simple historia que es, la película probablemente os gustará. Pero si el libro os gustó por el realismo y el detallismo que otorgaba a la historia (a pesar de ser ficción), la cinta os dejará con ganas de más, con un «quiero y no puedo» que se queda corto, muy corto.

Un besiñu,
Lau y Luis
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We saw the film «Memoirs of a geisha» last weekend. We had seen some images of the film before and we were not happy at all with the recreation of hairstyles, kanzashi, make-up, etc. It was just not real… Even so, we decided to go to the cinema and try to forget everything and simply enjoy the film. But (there’s always a «but», ^_^) the film was too short (even if it’s 2 hours long!), was too inconcrete… it just doesn’t explain the story much. At the end of the film, you just don’t believe Sayuri was the queen of the geisha in Kioto (named Miyako in the film)… there’s nothing in the script that would make you believe so. Such a shame. Anyway, the film it’s not bad, but it’s just not superb either. Could have been much better…

Lau