El miércoles pasado comenzamos las clases de matronatación en la piscina Splashtic (que se encuentra en el casi-muerto centro comercial de la Ermita del Santo, ahora llamado Art Decó o alguna chorrada similar)… ¡y me encantó!
El monitor es un chico joven pero increíblemente atento con todos y súper cariñoso y simpático con los niños, conectamos enseguida y creo que eso es fundamental. Eric al principio lo miraba todo con unos ojos como platos y con una concentración increíble. Hubo un ejercicio en concreto que no le gustó nada: boca arriba con su cabeza recostada sobre mi hombro derecho. Se quejó y se puso a medio llorar y dejó claro que así no. Y la mama le cogió y le puso de otra manera y santas pascuas, ^_^. También le pusimos dentro de una especie de flotador que le gustó si notaba mi otra mano en su tripita – si no, empezaba a fruncir el sueño… ¡era tan divertido verle! Al final de la clase ahí estaba el tío chapoteando como un loco salpicándose y salpicándome de agua y haciendo uuuuuu y oooooo y disfrutando como un enano (que es lo que es). Y el momento estrella fue cuando lo sumergí en el agua… ¡dos veces! No hubo llanto ni sorpresa ni nada… ¡tan pancho el tío! Fue guay!!!!! :))))
Eso sí, el estrés de después (lava al niño, cámbiale, vístele, dúchate, vístete, recoge todo y para casa) es un poco demasiado, aunque hoy ya voy más «organizada» que ya no es el primer día y ya no vamos de «novatos». Y además hoy probablemente esté en la clase Luis, así que al salir yo me encargaré de Eric mientras Luis se ducha y demás ;)
Tengo ganas de que sea la semana que viene para que me vuelva a tocar a mí. Es increíble, son solo 30 minutos pero me cundieron muchísimo, me lo pasé bomba con Eric y disfruté muchísimo de ese rato, entre él y yo.
Besotes,
Lau
Eso me recuerda cuando yo era enana y me llevaban a la piscina, aunque como mi madre tenía pavor al agua me dejaba a solas con el monitor y se largaba. :D :D :D
Aunque claro, yo ya tenía 3 años. :P xDDD