¿Qué les pasa a los chicos madrileños con las camisas a cuadros?
Hasta hace cinco meses, nunca había visto igual proporción de camisas a cuadros por metro cuadrado. Pero claro, antes no vivía en Madrid; antes no vivía en el paraíso de las camisas de cuadros… ^_^
Primero de todo, quiero aclarar (para que nadie se me enfadeeeee!) que no estoy diciendo esto con ánimo de ofender, como algo negativo o como crítica. No, todo lo contrario. Me gustan las camisas a cuadros (sí, ¿qué pasa? -con acento chulesco madrileño, que todo se pega-). Luis mismo, como buen madrileño que es, tiene unas cuantas y no me desagrada en absoluto cuando las viste (ni me desagradan las camisas, se sobrentiende). Aclarado esto, quiero volver al inicio de este artículo: ¿por qué tanta camisa a cuadros? O mejor dicho: «por qué tanta diferencia con otras ciudades?».
Y no puedo responder… pero las pruebas están ahí. Con una libreta y un boli en la mano, dad un paseo por el centro de Barcelona (veeeeenga, os dejo ir por la zona más pijita, si queréis) y dad un paseo por el centro de Madrid. Contad el número de camisas de cuadros que véis en una y otra ciudad. Me apuesto lo que sea a que el número siempre será superior en Madrid. ¿Acerté?
O haced otra prueba, si dar paseos no es de vuestro agrado (aunque con lo bonitas que son ambas ciudades, ya os vale!). Id a El Corte Inglés («¡como no», oigo decir) y subid hasta la planta de moda joven o moda masculina y veréis como en Madrid os inundan los cuadros. Literalmente, eh, os inundan. Cuadros de todos los tamaños, tipos y combinaciones de colores. Pequeños, grandes, espaciados, juntitos, rojos, verdes… Pide por esa boquita.
Y al salir por la noche es donde mis ojos ya ven chiribitas, pequeñas alucinaciones en forma de cuadros de camisa. Sí, sí, no exagero. Debería haber una ley que regulara el número máximo permitido de cuadros de camisa por metro cuadrado. Porque, creedme, ¡tanto cuadro puede alterar a cualquiera! ^_^ Todo depende de la zona, claro está, pero en cierta discoteca frecuentada se saltan esta imaginaria ley mía a la torera y todo Cristo entra con camisa a cuadros. Mira que hay diseños (¡y hasta camisetas, hombre, que no todo son camisas!), pero no… ellos dale que te pego.: camisas a cuadros. ¿Por qué será así?
Y por no hablar del uso de la camisa de manga larga (si es un buen madrileño tiene que ser de cuadros, por supuesto! ^_^) durante el verano. ¡El verano! Con el calor sofocante, el sudor incipiente… Pues sí, sí, habéis leído bien. Aquí se remangan y listos. Pero de eso, queridos, hablaré en otra ocasión. Os dejo con la intriga.
Besitos a todos (con camisa de cuadros o sin, ¡no importa!),
Lau
Mmmm…
Falta la pregunta clave…
¿Porque tanta camisa con el cuello y la parte final de las mangas de color distinto al resto de la camisa?
Eternas preguntas sin respuesta….