Todos los accesorios son importantes (los zapatos, las joyas, el maquillaje, la ropa interior, etc) pero junto con el vestido, el ramo de la novia es uno de los detalles más observados de todo el conjunto. ¿Estamos de acuerdo, no? Y no porque se tire el ramo a un grupo de solteras desesperadas que creen que al cazarlo seran las siguientes en casarse, no, por más que las pelis americanas nos obliguen a creerlo… ^_^ Simplemente, como el vestido, el ramo atrae miradas al comienzo de la ceremonia, por eso para Laura era importante encontrar un ramo que le fuese bien, que fuese de su estilo, que le gustara…

A Laura no le gustan nada los típicos ramos de novia en plan «bouquet»… Ella tenía una idea en la cabecita, quería una o dos flores puestas de manera original y poco más. Encontrar ese ramo o alguien con la imaginación para hacerlo realidad parecía algo complicado: en todos los sitios aparecían ramos-bouquets de lo más tradicionales, nada que se acercara a la idea de ramo que tenía ella.

Pero hubo suerte.

Las mismas chicas que decoraron la ceremonia civil e hicieron las invitaciones (¡al final han hecho un súper-negocio con nosotros!) nos enseñaron un ramo precioso: ¡fue amor a primera vista, por parte de los dos! (que el novio también tiene algo de voz en todo este sarao, aunque sea un poquito ^_^) Y Laura tan contenta, lo encargó muchos meses antes de la boda. ¡Ya tenía ramo y el vestido estaba en fase de fabricación! Todo controlado, :))))

Y aquí lo tenéis. El ramo está formado por dos anthuriums blancos enormes, atados a un tronquito de madera pintado y curvado, todo ello con un poco de tela de velo, para darle un toque más «boda». La verdad es que a nosotros nos gustó muchísimo el ramo y parece ser que también tuvo mucho éxito entre los invitados de la boda. Bueno, la foto, venga:

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¿Qué? ¿Os gusta? ^_^

Besiñus
Lau y Luis