Jueves 2 de agosto de 2012

Comenzamos el día en cuanto suena el despertador a las 8h de la mañana. El jet lag parece muy toreado, porque hemos dormido los tres como lironcillos, así que estupendo. Después de ducharnos y coger todas las cosas, vamos dando una paseo hasta la estación, donde cogemos el shinkansen en dirección a Aomori ya que hoy tenemos planeado pasar el día allí y disfrutar, por la tarde, de uno de los tres grandes festivales de Tohoku y de todo Japón: el Nebuta Matsuri.

En realidad, tenemos que hacer un pequeño cambio en Morioka, ya que el servicio Hayate en el que subimos sólo va hasta allí, pero Luis lo tiene todo planificado para subirnos desde Morioka hasta Shin-Aomori en el Hayabusa 1, que utiliza los trenes más modernos que se pueden ver actualmente en Japón: la serie E5 de shinkansen. Preciosos!

Mensajes de apoyo

Todos los trenes llevan mensajes de apoyo a Tohoku y a todo Japón tras el terremoto y tsunami de 2011.

Shinkansen

Donde fueres haz lo que vieres: haciéndonos fotos con el shinkansen como el resto de japoneses de la estación ^^.

De Shin-Aomori hay que coger otro tren, para llegar hasta Aomori, en el centro de la ciudad y bien cerca de las calles por las que discurre el festival. Y a la llegada a Aomori, nos dan la bienvenida pequeñas estructuras de papel-maché como las que veremos por la tarde… ¡molan muchísimo! Salimos de la estación y damos una vueltecita por el centro que está todo engalanado con farolillos y peces rojos, símbolo de las fiestas.

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Listos para ver Aomori, ^^

Conseguimos el uchiwa (abanico japonés) del festival, vemos los típicos sombreros hanagasa y los trajes regionales y andamos hasta la calle que daba al Aomori Prefectural Tourism Center “ASPAM”, un edificio triangular con pequeñas atracciones y juegos en la primera planta y restaurantes en las plantas superiores, con magníficas vistas a la bahía de Aomori. Allí comeríamos después. Pero justo en el parque que da acceso a la bahía, situado detrás del ASPAM, estaban expuestas todas las carrozas (por no encontrar una palabra mejor para definirlas) que veríamos esa noche durante el desfile del Nebuta Matsuri, así que fuimos a hacerles miles de fotos y a verlas más de cerca.

Figuras de papel maché del Festival Nebuta

Carrozas del Nebuta Matsuri.

Figuras de papel maché del Festival Nebuta

Carrozas del Nebuta Matsuri, de cerca.

Figuras de papel maché del Festival Nebuta

Carrozas del Nebuta Matsuri, de cerca.

Al salir, decidimos aprovechar que estamos en la zona para comer. Eric tiene hambre, así que subimos a las plantas superiores del ASPUM y nos decidimos por un restaurante circular (o piramidal, más bien, que el edificio tiene forma de pirámide ^^), con geniales vistas sobre la bahía de Meutsu (que es como se llama la bahía de Aomori), que además tiene menú infantil.

A comer

¡A comer!

Vistas

Vistas de la bahía desde el ASPAM.

Después de comer dimos un paseo por el parque, aprovechando las vistas… ¡Eric tenía ganas de ir de aquí para allá!

Eric va por libre

A ver qué hay por aquí…

Bahía

A ver qué hay por allá…

Amarrado cerca, está otra de las atracciones de Aomori, el Hakkoda-maru un ferry que desde 1966 hasta 1988 conectó Aomori (que está en la isla de Honshu) con Hakodate (ya en la isla de Hokkaido). Cuando se abrió el túnel de Seikan conectando ambas ciudades por debajo del mar, el ferry dejó de funcionar y el barco se amarró a Aomori convirtiéndose en un museo flotante sobre la historia de esa línea de conexión entre Honshu y Hokkaido. Al lado del barco, encontramos el Aomori Bay Bridge. Este puente es el más largo de toda la ciudad de Aomori, con 1.219 metros y es el segundo más largo de toda la prefectura de Aomori.

Bahía

El Aomori Bridge Bay con el Hakkoda-maru, al fondo.

Seguimos con nuestro paseo y vimos la Nebuta House, que es un museo abierto todo el año para conocer el festival Nebuta, ver vídeos y fotos de las carrozas y las estructuras, etc. Como íbamos a ver el festival en directo esa misma tarde no entramos, pero creo que si estás en Aomori «fuera de fechas» es una buena oportunidad para aprender más del festival.

Desde allí, volvimos a las calles del centro de la ciudad y dimos un paseo por el rectángulo por donde iba a pasar el desfile del Nebuta Matsuri, viendo santuarios y templos a nuestro paso, además de un montón de tiendas de recuerdos, chiringuitos varios, etc.

Eric duerme en la mochila

Tanto turistear y aquí uno se quedó frito en la manduca…

Me pareció interesante que hubiera, junto con las decoraciones del Nebuta (un pez rojo), decoraciones típicas del tanabata de las tierras del norte de Japón… ¡la ciudad estaba preciosa con tanto adorno!

Decoraciones de tanabata

Decoraciones de tanabata con el pez de Nebuta.

Cuando Eric se despertó, paramos un rato a descansar en un parque infantil cercano, donde Eric jugó y corrió de aquí para allá y yo hablé largo y tendido con una abuela que también estaba viajando por Tohoku viendo matsuri (su marido dormía en un banco, ella se levantó a propósito para hablar conmigo).

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Vamos a intentar subir…

Después de que Eric hubiera corrido y jugado y que la abuela me hubiese contado la historia de sus hijos y nietos, seguimos nuestro paseo por el centro de Aomori. Decidimos unirnos a la fiesta y compramos un colgante del típico pez rojo con cascabeles, para ir haciendo ruido al andar por la ciudad.

Santuario de Aomori

Un santuario en plena ciudad.

Vimos un santuario más y decidimos ir por la zona donde empezaba el desfile del Nebuta Matsuri, a ver si encontrábamos algún hueco donde sentarnos en el suelo. Por suerte, vimos unas sillas que en principio estaban reservadas, pero que el dueño estaba cambiando a «libres» (supongo que le habían fallado los invitados y prefería dar la oportunidad a que cualquiera se sentara).

Preguntamos y efectivamente podíamos sentarnos allí, así que allí que nos sentamos. Al lado, una señora mayor se alegró mucho de vernos y no paró de hablar en toda la noche… ¡pero no paró nada, eh! Maaaaadre mía, qué de cosas nos contó. Al final yo ya no sabía cómo quitármela de encima, la verdad. Qué pesadez.

Yo fui a comprar algo para cenar mientras esperábamos a que empezara el festival y cuando volví me encontré con que Luis y Eric estaban rodeados de japoneses organizadores. Había pasado algo. Me asusté, la verdad, así que me acerqué corriendo y vi a Eric sentado en la silla, con cara de haber llorado y un pañuelo ensangrentado en el labio. Se había caído de la silla y se había mordido el labio. Cuando le vi me asusté un poco, no os voy a engañar. Tenía un buen tajo y yo ya estaba pensando en llamar al seguro médico a la mañana siguiente si eso no tenía mejor pinta, pero intenté quitarle importancia para que Eric no se asustara y para que Luis no se preocupara que es muy aprensivo con estas cosas. En fin, que nos trajeron hielo para que no se le hinchara, vinieron a preguntarnos varias veces tanto en japonés como en inglés… la gente de Aomori fue muy agradable.

Después del "accidente"

Después del accidente, con el hielo…

Eric estuvo chupando hielo un buen rato, se tranquilizó y le apeteció cenar, así que le di unos yakisoba (aunque pensaba que se quejaría de dolor, pero nada de nada) y poco a poco dejó de sangrar.

Yakisoba

¡Yakisoba para cenar!

Y al rato pasaron comparsas y carrozas, ensayando, y se fueron repartiendo por todo el recorrido, preparándose para dar salida al Nebuta Matsuri.

Todo preparado para el Nebuta

Las carrozas se van repartiendo por todo el recorrido.

Comienza el Nebuta Matsuri

Todo preparado para el Nebuta Matsuri.

Y de golpe… ¡empezó! La música de los tambores taiko y las flautas se intensificó, los participantes comenzaron a gritar y a bailar y saltar y las estructuras de papel maché de iluminaron y empezaron a moverse de forma espectacular. No se puede describir con palabras. Ni los vídeos consiguen mostrar qué se siente al estar allí.

Comienza el Nebuta Matsuri

Impresionantes las figuras iluminadas del Nebuta Matsuri.

Eric lo estaba flipando…

Flipado

Fli-pa-do. Así estaba Eric viendo el festival. Entre las carrozas iluminadas, cómo las movían, la música…

Y fue espectacular… Os dejo unas cuantas fotos, aunque seguro que las de Luis, cuando las tenga, serán más espectaculares si cabe. Pensad que se movían hacia el público y había un ruido ensordecedor y fantástico de tambores taiko y flautas… ¡fue genial!

Aomori Nebuta Matsuri

Nebuta Matsuri.

Aomori Nebuta Matsuri

Nebuta Matsuri.

Aomori Nebuta Matsuri

Nebuta Matsuri.

Aomori Nebuta Matsuri

Nebuta Matsuri.

Aomori Nebuta Matsuri

Nebuta Matsuri.

Aomori Nebuta Matsuri

Nebuta Matsuri.

Por desgracia, no pudimos quedarnos hasta muuuuuuuuy tarde, ya que Eric estaba cansadete (nosotros también) y sobre todo teníamos que coger el shinkansen de vuelta a Kitakami, donde teníamos el hotel, y el viaje de vuelta implicaba llegar a la estación de Aomori, tren local a Shin-Aomori, y allí shinkansen… pero lo que pudimos ver, fue simplemente espectacular. La música, los colores de las figuras iluminadas, cómo se movían, la pasión de los participantes… Todo creaba un ambiente único.

Llegamos tardecito al hotel (pobre Eric, le dimos trote desde el primer día), baño rápido, a cargar baterías y pasar fotos y a dormir, que teníamos que tener energías para el segundo día de matsuri en el que iríamos a Hachinohe para ver su Sansha Kaisai.

Un beso,
Lau (y Luis y Eric)

P.d. Os dejo como siempre el enlace al resto de fotos de Aomori aquí. Y aquí podéis ir viendo todos los álbumes de este viaje a Tohoku y Tokio 2012.

p.d. Podéis leer la crónica del día previo, aquí: El Retorno de Gojira. Día 0: Viaje y llegada a Kitakami.