El viernes fue San Isidro, festivo en Madrid. No teníamos planes, así que cuando Diego y Olga nos llamaron para quedar, aceptamos rápidamente.
Primero fuimos a La Finca, en Pozuelo, pues Diego tenía que pasarse por la oficina a recoger unas cosillas. Aprovechando que estábamos por ahí, paramos a tomar unas cervecitas y unas tapichuelas en un bar pijillo de la zona… ¡qué pijerío, señores! Otro día que Diego y Olga me avisen y me pongo los oros, :))))
Para comer fuimos a La Latina, al restaurante ENE, que ofrecía un brunch. Comenzamos todos disfrutando de una mimosa, un coctel hecho a base de cava y zumo de naranja, para disfrutar de la selección de muffins, panecillos y bollería:
De entrante, todos coincidimos en nuestra elección: Tostaditas de Ibérico con tomate y pequeño surtido de quesos e higo:
De principal, hubo variaciones. Los chicos se pidieron Daditos de emperador salteados con ajetes y pimientos del piquillo:
Olga se decidió por la Brocheta de Lomo de Cantabria con Tomates Secos de Sicilia:
Y yo me decanté por todo un clásico del brunch, unos huevos Benedictine:
De postre, unos delicatessen dulces, aunque estábamos todos a tope:
El restaurante ENE no está mal, tienen sofás-camas donde comer y tomarte algo y la comida está bastante buena, aunque el servicio me pareció lento y falto de chispa.
Para bajar tanta comida, nos sentamos un ratito en la terraza del Café del Nuncio, donde decidimos ir al Kinépolis al cine a ver Star Trek. Sí, Luis y yo ya la habíamos visto, pero en sala pequeña (porque la queríamos ver en original), así que nos pareció buena idea volver a verla en pantallaca grande.
Fue un San Isidro poco «tradicional», pero muy agradable.
Besotes,
Lau
Que bien os tratais, asi da gusto! :D
Qué mal os cuidáis… ;-)
mmmmmmm (y acabo de comer, que es lo peor).