Mi pichona y súper querida amiga Ana estuvo un mes (¡1 mes! cómo te odio… <3) en Japón justo cuando nosotros volvimos. La eché mucho de menos, porque hablamos casi todas las mañanas y nos reímos un montón en tuiter todas las tardes, y estar un mes sin esas conversaciones, pues se me hizo laaaaaaargo y eteeeeeerno!
Y creo que ella también me echó un poquito de menos, eeeeh? ¿Por qué digo eso? Pues porque la loca me compró un montón de cositas cuando estuvo en Japón… ¡demasiadas! Y no, no es que sea materialista o le dé importancia a que me comprara más o menos cosas. Me hizo mucha ilusión porque en cada regalito vi que se había acordado de mí en tal o cual momento y eso me emocionó un montón, qué queréis que os diga.
El otro día, cuando fuimos a Correos a por los paquetes, flipé en colorines… ¡qué chulada de regalitos!
La bolsa del 24h es genial y la estoy utilizando estos días. Ana sabe la fijación que tengo por este tipo de bolsas, así que me hizo mucha ilusión que me la comprara (a pesar de que le dije millones de veces que no hacía falta ^^). Además, me mandó el clearfile del Arafes, que fue una sorpresa enooooooorme, ya que me había hecho a la idea de no tener ninguno de los goods de los conciertos Arafes de este verano. Ana estuvo en Tokio esos días y aunque no pudo conseguir entradas y lo pasó fatal ahí en la cola de los goods, la tía se acordó de mí y me compró el clearfile… ¡más guapa ella! Luego había una fotito de Yama (Sakurai Sho y Ohno Satoshi) de la grabación de Face Down que habíamos comentado alguna vez por skype, ya que es súper divertida. Una vez más, se acordó… Y finalmente… ¡mi primer doujinshi! Ana se compró muchos para su colección particular y, una vez más, se acordó de mí y pensó que podría gustarme… ¡y vaya si me gusta! Me lo leí entero el otro día (Luis es testigo de las carcajadas que solté) y ahora estoy traduciéndolo en plan ‘bien’, jejejeje… ¡es una práctica de lectura genial!
Me hizo mucha gracia, como anécdota, que Eric, al ver el doujinshi comenzar a señalar los dibujos y a decir los nombres de los que salían: «mira el sho!», «¡y éste es Aiba!», «oooh, el riida!», «mira, mama, el Jun!»… me parto con él y su Arashi fanboyismo, en serio.
En fin, que me encantaron los regalitos, Ana. De nuevo, ¡muchas gracias pichonaaaaa!
Muacks!
Lau
Ayns, si me acordaba de ti cada día, varias veces al día.
No sólo cuando hacía la fangirl loca y Arashi estaban de por medio. Había un montón de cosas que veía y pensaba que te molarían, o iba a sitios y pensaba que estaría guay que estuvieras allí.
Nada, que hay que hacer juntas un viaje a Japón, sí o sí :)
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