… te pongas la minifaldaaaaaaa, nai no nai no na….
No, tranquilos, no me ha dado un yuyu extraño, jejejeje… Simplemente quería animar un poco el ambiente, ^_^
Desde que trabajo en Accenture, todos los días paso por delante de la plaza de toros de Las Ventas, así que estos días estoy “celebrando” mi Feria de San Isidro particular. No, no, que os quede claro, nunca he ido a una plaza de toros, nunca he visto una corrida de toros y no sé nada de todo este ambiente. Mi conocimiento del mundo taurino se limita a Jesulín y su súper éxito del tiempo de la España de las Mama Chicho, así que ya veis que no tengo ni idea.
Y ahora, la idea que tengo “desde fuera” es de alucine. ¡La de pasta que hay en este mundo! Y lo digo sólo por los cochazos que veo aparcados en la zona: mercedes nuevecitos, limpitos, brillantitos… con un papelote arrancado de una simple libreta, eso sí, en el que escriben que están en los toros. ¡Me encanta esta mezcla de lo cañí con lo millonetis! Es brutal.
Casi todos los días, cuando paso por ahí, la gente ya está dentro de la plaza, disfrutando (no sé cómo, pero digo yo que disfrutan) del espectáculo. El jueves pasado, sin embargo, salí una hora antes de currar (forma parte del gran programa de conciliación laboral/familiar de Accenture: un día a la semana entras una hora antes y te puedes ir una hora antes… ¡uaaaaau!). Total, que me planté en Ventas justo cuando todo el mundo iba a la corrida de la tarde… Y vaya espectáculo. Había gente de todo, naturalmente, pero había gente muy “arreglá” para disfrutar de la fiesta nacional… y venga cochazos y venga alboroto en la plaza y venga reventas y venga gente cruzando por donde no debía y venga colapso en las calles (vale, ya sé que esto es Madrid y siempre hay colapso, pero ese día MÁS!). Un caos, vaya. Entre tanto caos, hasta vi pasar a la Infanta Elena (sin minifalda, eso sí, seguro que se lo habrá cantado Marichalar… jejejeje).
Y esta mañana, como entro una hora antes gracias al súper programa de conciliación, he alucinado con la cola que había en las taquillas (cerradas, todavía) de la plaza a las 7:20h de la mañana… ¡increíble! Y seguro que no quedan entradas. Increíble. Los reventas todavía no habían llegado, pero seguro que dentro de un rato ya están pululando por la zona…
Así que ya veis, comparto mi “alucinamiento” con todos vosotros, porque al ser la primera vez que veo el espectáculo “desde fuera”, pues naturalmente me he quedado boquiabierta con muchas cosas que he visto. ¡La de pasta que hay en el mundo del toro! Qué triste, y al pobre animal lo único que le dan es la muerte…
Besos,
Lau
Hasta que lo matan (como a casi todos los demás) vive como dios y mas años, no como los que matan por la carne.
Y que conste que no me gustan los toros pero tan poco lo veo tan mal.
Pues yo todavía no puedo entender cómo se puede pagar para ver semejante espectáculo sanguinario.
Que lo toreen, pues me parece fantástico, estos machitos frustrados llamados toreros tienen que realizarse de alguna manera, oye. Pero que no paguen sus debilidades con el animal.
Hay deportes y espectáculos que en la Edad Media encajarían perfectamente, pero ya va siendo hora de que la tradición empiece a cambiar un poquito…. o al menos esta es mi opinión.