(3:43h de la madrugada, jet lag a tope, aprovecho para editar el post y poner alguna fotito)

Pues eso, después de un laaaaargo vuelo de 10 horas, ¡ya estamos en Miami!

El día ha empezado a las 9:00h, cuando un taxi nos ha venido a  buscar para llevarnos al aeropuerto. Hemos facturado sin problemas – aunque justo ayer habíamos mirado la asignación de asientos que desde el twitter de Iberia nos habían hecho y estábamos muy contentos, pero al llegar al aeropuerto, ¡nos habían cambiado uno de los dos asientos e íbamos en filas diferentes! Así que hemos dicho que nanai y al final nos han vuelto a dar los asientos que queríamos, con un poco más de espacio, que cuando vas con un peque, creédme, se agradece. A las 11h ha empezado el embarque y a las 12:10h salíamos en dirección a Miami.

A volar!!!!

El vuelo ha sido largo pero porque son muchas horas, no porque Eric nos lo haya hecho largo. La verdad es que el pequeñajo es todo un campeón, se ha portado estupendamente, regalando sonrisas a medio avión, charlando animadamente a su manera, durmiendo, comiendo, jugando… en fin, ni una queja. Al final, eso sí, el pobre ya estaba cansado y no sabía si tenía hambre o sueño o qué. Hemos conseguido que para el aterrizaje se quedara relajado, casi dormitando, pero cuando nos hemos levantado para salir del avión… ¡se ha despertado y sonrisas y charlas a medio avión! Este niño es un cielo… y un trotamundos profesional.

Al salir nos han dicho que había tantos cochecitos que saldrían directamente por la cinta, no por el finger, así que ale, con Eric en brazos, el libro del mico, las chaquetas (¡qué calor y qué humedad!) y las bolsas de mano (la de Laura, la de las cosas de Eric, y la de la cámara de Luis) a recorrernos media terminal hasta llegar a la zona de inmigración que estaba…. ¡petadísima! Media hora en la cola sin movernos ni una pizquina. Una vergüenza. Un poli habrá visto la cara de desesperación porque justo han abierto las zonas habilitadas para estadounidenses para familias con peques y raudos y veloces para allá que nos hemos ido. El trámite es pesado, pero bueno, al final hemos salido de allí, recogido nuestras maletas y cochecito (de una pieza ^_^), hemos pasado aduanas y hemos salido, donde nos esperaba el chofer que nos llevaría a nuestro hotel.

El viaje del aeropuerto a The Setai, nuestro hotel, simplemente maravilloso (echad un ojo a las fotos que hay en la web). La vista del downtown a la salida del aeropuerto, ¡preciosa! Y ya cuando cruzas por la MacArthur Causeway es simplemente espectacular. Ver las mansiones de los famosos, las palmeras, calles anchas, puesta de sol bonita… ¡es como en CSI señores! En fin, impresionados con las vistas desde el taxi, hemos llegado al hotel – una maravilla también, de inspiración asiática. Nos han recibido con toallitas frescas y un te frío especiado delicioso mientras hacíamos el check-in, nos han acompañado a la habitación, recomendado cosillas…

Habitación en The Setai

Y después de deshacer rápidamente maletas, nos hemos ido a dar una vueltecita por una de las calles más populares de South Beach, Lincoln Road.

Y fantástico. Miami es tan… Miami. Es que no sé cómo explicarlo, es muy Miami!!!!! Hemos paseado por Lincoln Road, hemos parado en la Apple Store (y nuestra querida @ladymandona tenía razón, no hay fundas para los MBA de 11″) y finalmente hemos cenado una deliciosa hamburguesa en el famoso Shake Shack con unas cheese fries… ñam, ñam, ñam.

Shake Shack

Y si no conocéis el Shake Shack, es que no sois verdaderos aficionados a las buenas hamburguesas :D

Luis en Shake Shack

Eric se ha quedado un rato traspuestillo el pobre… ¡y no nos extraña! Para él eran las 00:15h o algo así…

Eric fritísimo pobre

A la vuelta, hemos parado por un CVS a por provisiones (agua para los bibes de Eric, unos donuts de Krispy Kreme para el postre de Luis, esas cosas ^_^) y hemos vuelto al hotel por el paseo marítimo, que nos ha parecido suuuuuuper chulo. Mañana lo veremos con luz de día, pero pinta estupeeeeeeeendo.

Al llegar al hotel hemos pedido agüita hirviendo para el pequeñajo. Le hemos dormido (para él son las 3 de la madrugada, ¡este tío es una máquina!), hemos terminado de organizar las cosas, lavar bibes, baberos, etc y ahora a la cama que iremos, a ver si dormimos algo… ay, jet lag, ten piedad de nosotros. A ver si las camas, tal como nos han contado, que vienen de Suecia y son especialísimas (dicen que cuestan 10.000 dólares cada una) son realmente tan buenas y podemos dormir.

Tengo ganas de que llegue mañana. Lo poquito que he visto hoy, me ha encantado. ¡Y tengo ganas de verlo con luz de día! Hoy no hay fotos, que estoy cansadilla y no me apetece ahora ponerme, pero mañana actualizo el post y pongo alguna ;)

Mientras, os dejo con un vídeo de una cancioncilla que he estado cantando estos últimos días, jijijiji:

Besotes
Lau y Luis… y Eric!

Más fotos en el álbum provisional de Miami en Flickr