Como sabéis, ayer volvimos de pasar unos días en Londres. Las crónicas y fotos llegarán este fin de semana (¡paciencia! Aunque podéis ir viendo las del Blog de un Minibicho ^_^) pero hoy quería hablaros de lo que nos pasó anoche, a la vuelta.
Al llegar a Barajas y recoger nuestro Stokke Xplory en el finger del avión tuvimos la desagradable sorpresa de que en algún punto entre el finger-bodega/bodega-finger nos habían roto la palanca que controla las posiciones del manillar. Estupendo. Cómo los de Iberia consiguieron romper esa pieza es un misterio, porque no sobresalía y básicamente era difícil de romper: muy mal tienen que tratar esos cochecitos para conseguir que en un trayecto tan corto y controlado los rompan. ¿Qué hacen, los tiran por ahí? Increíble. Gracias Iberia, gracias por darnos esa calurosa bienvenida a Madrid.
Total, al llegar fuimos a Atención al cliente donde no les sorprendió nada el tema (debe ser muy usual) y después de mirar el cochecito, abrieron una incidencia que básicamente consiste en: toma este papelito cochambroso de impresora de los años 80 y gástate los euros llamando a nuestro 902, anda, que allí te dirán qué tienes que hacer. Gracias Iberia por preocuparte tanto, buf.
Con un cabreo monumental, al llegar a casa llamo al dichoso 902 y me dicen que básicamente tengo 2 opciones: una, ir a su servicio técnico o dos, buscar que la marca o tienda me haga un informe de los daños. Ale, espavílate. Te han roto el cochecito, pero quien sigue teniendo que mover el tema eres tú. Y encima con algo que utilizas a diario y que es de máxima prioridad (y no, no es como una maleta que todos tenemos alguna extra en casa o podemos comprar una baratunga para pasar el momento). Gracias de nuevo, Iberia por todas las facilidades y toda la atención prestada. Ejem.
Y bueno, que me lío. Esta mañana he hablado con los del servicio técnico. Tengo que llevar el cochecito (sí, YO tengo que llevarlo, no lo recogen) y entonces ya se verá si se puede arreglar, si hay que sustituirlo, si sería por uno igual o diferente, si se puede arreglar al instante o no, si hubiera cochecito de sustitución mientras tanto… es decir, ven y ya te diremos hasta qué punto te puteamos, maja… si es que seguimos con el rollo de que aquí a la que putean es a una servidora y encima soy yo la que tiene que buscarse la vida y solucionarlo. Una vez más, gracias Iberia.
Y para que entendáis hacia donde voy, deciros que hemos tuiteado el tema poniendo a @Iberia en copia y lo único que hemos recibido es un tuit de «buena suerte» básicamente, que decía:
@lau_chan @luisete Hola Laura, Luis. Sentimos las molestias. Esperamos que todo se resuelva bien. Saludos
Pues vale. Gracias… pero para decirme eso, casi mejor no me digas nada, anda.
Paralelamente, he escrito a Stokke, marca del cochecito, pidiéndoles ayuda por si fuera necesario hacer el informe de daños. La respuesta ha sido espectacular: están moviendo cielo y tierra para ayudarnos cuando realmente no es su responsabilidad ni yo se lo exigiría nunca. Por mail y por twitter han demostrado ser una marca que se preocupa por sus usuarios hasta el extremo de moverse en situaciones en las que uno ni se lo espera ni lo exige.
Quizá alguien por ahí se queje de que estoy haciendo publicidad (hola anónimo, qué tal), pero me la sopla, cuento mis opiniones. Y cuento que me encanta haberme gastado los dineros en una marca cuyos valores no son sólo publicitarios, sino también muy reales y humanos. Una marca que se preocupa cuando algo no te va bien (aunque no sea culpa suya) y busca opciones para solucionar el problema (aunque no sea di responsabilidad). Una marca detrás de la cual hay personas como Tilcia que simplemente se desviven para ayudarte y te hacen sonreír cuando les comentas lo triste que estás.
Hay marcas y marcas.
Y una reflexión. «Entiendo» (sí, entre comillas) que pierdan maletas o las rompan viendo cómo las tratan y el trayecto que éstas hacen en esas cintas largas y laberínticas, pero ¿un cochecito? Ayer sólo había 2 cochecitos en el finger y la distancia entre finger y bodega es corta y el traslado es manual. Las aerolíneas deberían empezar a preguntarse qué pasa, por qué tramitan tantas reclamaciones sobre equipaje roto, dañado o perdido y pedir explicaciones. Porque con mi billete me permiten facturar una maleta de cierto número de kilos, así que un poco de respeto (y que nadie me salga con que aceptas que Iberia no se hace responsable del equipaje, blablabla, porque eso es lenguaje legal que ponen para asegurarse sus culos, pero no es decente). Ya está bien.
Es una auténtica pena. Tanto lo que ha pasado como la gestión que Iberia hace y ése es el problema. En casos así es cuando una marca puede demostrar lo que vale. Pero a Iberia le da igual. Somos un número más. Una reclamación más. Un gasto más que intentarán evitar a toda costa bajo parrafitos legales. Tiempo al tiempo.
Y el título de este post lleva el «primera parte, porque esto no ha hecho más que empezar. Ya os iré contando qué dicen en el servicio técnico, si Iberia se digna a decir algo más, trámites, etc… ¡continuará!
Pero de momento, sigo diciendo que hay marcas y marcas… y ahora mismo, Iberia 0 – Stokke 10
Hay marcas y marcas… y yo me quedo con Stokke.
Besos,
Lau
Ya es mala suerte… bueno, aunque viendo como tratan a las maletas, que cuando los ves meterlas en la bodega del avion sin ningun tipo de contemplacion, dan ganas de decirles ¡eh, que esas maletas pertenecen a gente, un poquito de cuidado por favor! Cuesta menos hacer las cosas bien que mal, pero parece ser que se estila hacerlo mal y a proposito.
Ojala se solucione pronto la cosa y tienes toda la razon, hay marcas y marcas y unas tienen clase y otras solo el nombre, y a veces, ni eso.
Besos!
En estos casos es cuando descubres si has tomado la decisión correcta o no.
A nosotros el cochecito se nos rompió una vez. No llamamos sino que fuimos directamente a ECI donde lo habíamos comprado. En ECI llamaron a los de Concord y en ese momento nos dieron el mismo cochecito que estaba en exhibición de reemplazo durante el mes y pico que duró la reparación. Cuando llegó de vuelta descubrimos que habían cambiado todo el armazón por el modelo nuevo, del año siguiente al nuestro. Lo mismo: No podríamos estar más contentos (aunque ahí hay que aceptar que tanto Concord como ECI se portaron como señores y la atención fue impecable).
A decir verdad no se cuanto haya tardado la reparación porque al tener el modelo idéntico de substitución no era obvio que no era el nuestro y cuando estuvo fue ir y cambiar la silla de uno a otro (la niña iba dormida en la silla en el cambio y ni se enteró).