¡Séptimo día en Japón! Y hoy, un día más, el Fuji-san nos da los buenos días…
Después de desayunar, cogemos la JR hasta Shimbashi y ahí la Yurikamome hasta Odaiba, que es donde tenemos planeado pasar el día hoy.
En Odaiba, comenzamos nuestra visita a la Fuji Tv, una de las cadenas japonesas más conocidas y con una de las sedes más interesantes, obra del conocidísimo arquitecto japonés Tange Kenzō, responsable también de los edificios del Gobierno Metropolitano.
A Eric le atrapa la atención el perro (bueno, no sabemos si es un perro o qué, pero Eric cuando lo ve exclama «el guau!», así que para nosotros es un perro), tanto que le acabamos comprando un peluche que le haría compañía todos los días durante el resto del viaje.
En Fuji Tv están a tope con la presentación de su nuevo dorama, Lucky Seven, protagonizado por Matsumoto Jun (y Eita, sí, Eita también :P) así que Laura está más feliz que unas castañuelas haciéndose fotos con MatsuJun <3 :D
Iniciamos la visita a la Fuji Tv subiendo al observatorio de arriba del todo, que es una bola. Desde allí hay vistas maravillosas de todo Tokio y de la bahía de Odaiba, ¡merece muchísimo la pena subir! Incluso aunque haya que pagar 500 yenes para entrar :)
La verdad es que Eric disfrutó mucho de una zona reproducción de un plato de televisión para un programa infantil… ¡no había manera de sacarle de ahí!
¡Y seguía flipando con el guau!
Y a partir de ahí, visita a la zona de ‘recuerdos’ de los programas y series más famosos de Fuji Tv y aquí la Lau disfrutando como una loca haciéndose millones de fotos frikis ^^
Lau besando a Nagase Tomoya…
Lau besando a Ohno Satoshi…
Lau en el plató de Smap x Smap…
… y bueno, un montón más que podéis ver en nuestros flickr aquí y aquí :D
Al terminar la visita de Fuji Tv, pasamos por el Lawson que había dentro del edificio, y que también tenía un «guau», vestido como un empleado del Lawson, a darle la comida a Eric, que se metió un plato de espaguetis con tomate y salchicha que telita…
Y ya cuando Eric hubo comido, fuimos los mayores los que fuimos a comer. En Odaiba hay un centro comercial, llamado Aqua City, donde está una de las hamburgueserías más famosas: la Kua Aina. Ya habíamos ido allí hace 4 años, pero Luis quería volver, así que fuimos a comer allí.
Las vistas desde allí molan, puedes ver la Estatua de la Libertad, el Rainbow Bridge, rascacielos de Tokio… ya me encantó cuando vinimos hace 4 años, pero ahora me gustó más todavía, la verdad:
Después de comer, nos dedicamos ya a dar un laaaaaaargo paseo por Odaiba (aprovechando que Eric se iba a quedar dormido en breve). Comenzamos viendo el Gundam de «tamaño real» que han colocado en la entrada de un nuevo centro comercial que está a puntito de abrir. Luisete lo flipó, como os podéis imaginar, ^^:
Seguimos visitando el Toyota MegaWeb, un espacio donde poder ver y probar los modelos de coches de Toyota, con explicaciones técnicas y comerciales, juegos para niños (para que entiendan cómo funciona un motor híbrido), etc. Súper chulo, la verdad.
Luego fuimos a Tokyo Leisure Land para ver la famosa noria de Odaiba, la Daikanransha…
Y seguimos caminando hacia la zona del Miraikan, Oedo Onsen Monogatari y el Museo Marítimo, que está lleno de arquitectura súper chula.
Eric se despertó (había dormido una buena siesta de dos horillas), así que aprovechamos para pasear por un parque cercano al Museo Martítimo y darle de merendar después.
Cerca de allí, además, había un parque infantil con un gran barco pirata lleno de juegos y toboganes… ¡parada obligada!
Y ya desde allí, paseando tranquilos, fuimos hacia el paseo que te lleva hacia la playa de Odaiba, donde vimos una bonita puesta de sol.
Y de vuelta a la Yurikamome para bajarnos en Shiodome y ver allí unas luces de navidad impresionantes… Estos japoneses son frikis hasta para los ‘montajes’ de luces navideñas, la verdad: todo el patio interior del centro comercial Caretta era un «país de luces» y cada pocos minutos había espectáculo de música y luces, telita:
Y como estábamos muy cerca, andamos un poquito hasta Shimbashi, donde habían decorado la antigua locomotora de la plaza también con luces navideñas:
De allí cogimos la Yamanote y nos fuimos a Ebisu. Realmente no queríamos ver nada en Ebisu, sólo estaba en nuestra lista de «paradas frikis». ¿Por qué? Pues porque allí se rodó una de las escenas más famosas del dorama Hana Yori Dango: Domyouji esperando a Makino bajo la lluvia y como aquí la Lau es una fan de Matsumoto Jun (actor que interpretó a Domyouji) pues teníamos que ir y representar nosotros la escena también (sí, somos así de frikis). Éste es el sitio en cuestión:
Y ésta es nuestra representación de la escena (si os interesa ver la escena original, pinchad aquí ^^):
Luego lo cierto es que la zona de Ebisu Garden Place estaba súper chula, con luces de navidad… De hecho, aunque Lau diga que no queríamos ir para nada más, no es cierto, porque Luis ya había investigado el sitio y sabía que en esas fechas estaban las «Ebisu Baccarat Eternal Lights», un montaje de luces de navidad muy chulo con un chandelier impresioante). Muy bonito el paseo:
Queríamos ir a comer a un restaurante de ramen que teníamos anotado por ahí, pero… ¡no lo encontramos! Así que para quitarnos el mal sabor de boca, decidimos comer en el New York Grill, el restaurante por excelencia de nuestro hotel, situado en la planta 52, con vistas espectaculares de Tokio:
En cuanto llegas a la planta 52 te acompañan a tu mesa, y pasas por la delante de la cocina a la vista, con lo que ya empieza bien la cena (a Luis le encantan las cocinas a la vista). Luego, pedimos un plato de entrantes (donde el tataki de atún era uno de los componentes más ricos) y luego Lau se pidió un magret de pato de Hokkaido, y Luis no pudo resistir la tentación de pedir el famoso buey de Kobe, aunque en este caso, era de Kobe de verdad. Teníais que haber visto qué calidad de la carne. Si es que no hacía casi falta cuchillo para cortarla, ni tampoco masticarla. Buenísima.
Y poco más… bañito, ver un poco la tele y… ¡a dormir!
Más fotos de Lau aquí y de Luis aquí ;)
Besos,
Lau