Como todos sabéis, Luis lleva ya más de tres meses de baja, después de lesionarse durante un partido de baloncesto (que jugaba con sus jefes y compañeros de Vodafone).

La operación fue bien y aunque las semanas escayolado fueron muy duras (lo leistéis por aquí, ^_^), pasaron y poco a poco Luis ha ido cogiendo fuerza y movilidad en su tobillo. Eso sí, después de la boda uno de los puntos que no había cerrado del todo se terminó de abrir por completo (muy desagradable, ¡desde luego!) y volvió loco al doctor traumatólogo, el pobre, que ya no sabía que hacer… así que nos envió a los cirujanos plásticos que le mandaron una cremita «milagrosa» a Luis que día a día ha hecho que el cuerpo creara tejido epitelial y poco a poco el «peazo socavón a lo M30» que tenía en la cicatriz cerrara y se hiciera más y más pequeño. Eso sí, al principio la pasamos mal, ya que los cirujanos fueron muy claritos y nos dieron todas las opciones posibles: la herida podía cerrar con la crema, podía no cerrar e indicar la existencia de una fistula, quizá tendrían que hacer un injerto de piel, abrirle otra vez para limpiar bien y volver a cerrar… Gracias a los kamisamas, la cremita ha funcionado, así que ni injertos, ni operaciones, ni nada…

Ayer fuimos a ver a la consulta de los cirujanos plásticos que nos animaron muchísimo. Dijeron que la herida estaba completamente epitelizada, así que ya no hacía falta seguir con el tratamiento de la «crema milagrosa». Si todo va bien, dentro de una semanita, quizá los cirujanos plásticos le digan adiós (aunque les duela, entre risas, que ellos se quejan porque lo que más les gusta es operar!) y le manden de nuevo al traumatólogo. ¡Esperemos!

Empezamos a ver la luz la final del túnel… y la luna de miel cerquita, cerquita… que ya tuvimos que aplazarla en su momento y hace unas semanitas pensamos que tendríamos que volver a posponerla hasta el año próximo! Pero gracias a las maravillas de la ciencia, parece que ser que al final no será así… ¡ya os iremos contando!

Gracias a todos por aguantarnos, por visitarnos en casa, por mandarnos mensajitos de ánimo… se agradece muchísimo, aunque esperamos que a partir de ahora la visistas en casa, por ejemplo, sean pura y simplmente para vernos y no para ver qué tal el «impedido», jejejeje.

Un besiñu a todos
Lau y Luis