El corrillo, ese invento que si no fue creado por la Campos, poco le faltó. ¡La Campos! Vaya elemento… con ese ejemplo, empiezo mal. En fin, que me lío (¡como siempre! ^_^). Según uno de los corrillos, que como tantos, se forman en el autobús, como catalana que soy, soy básicamente una hija de puta que merece morir, soy una simple catalana de mierda que ha robado a esta nuestra España… y un sinfín más de maravillosos improperios que han lanzado, a voz en grito, entre sonrisas orgullosas, unos y otros, en el corrillo que se ha formado espontáneamente en el bus 52 este mediodía.

Y ya van unos cuantos corrillos de estos…

Y duele, qué queréis que os diga, duele. Y mucho. Seguramente me diréis que no haga caso, que no lo escuche… pero no puedo, especialmente después de tantas veces ya. Soy catalana y siempre me he sentido muy orgullosa de mis raíces, pero también desde hace dos años vivo en Madrid y desde el primer día me he sentido muy bien aquí, ¡he disfrutado muchísimo! Últimamente, sin embargo, me da «miedo» ser una catalana más en Madrd, me da «miedo» hablar con mi madre en catalán en el bus (si las miradas matasen, ya estaría bien muerta,^_^)… Una lástima, porque ese «miedo» está afectando a cómo vivo y cómo siento esta ciudad… y eso no es bueno.

Los ataques son continuos y las palabritas más graves cada vez. «Hijos de puta que merecen ser muertos», ese es el improperio más suave que he podido escuchar hoy en el corrillo del bus. Y mirad, si generalizamos, generalizamos y por lo tanto este insulto va dirigido también a mí, a lo que soy, a mi familia.

Os cuento. Este mediodía volvía a casa de trabajar en el súper pijo barrio de Salamanca. Iba en el autobús 52 hacia Sol cuando un par de chicos han empezado a hablar de los parquímetros de Madrid. Se les ha unido un hombre mayor para meter baza en el tema y a la pregunta de: » pero Madrid es la única ciudad en España con los parquímetros esos?» se ha desatado la polémica: «creo que en Barcelona también tienen, pero claro, esos gilipollas no son España». Y ala, ya está. Literalmente medio autobús se ha sumado a este corrillo tan intelectual, dejando la polémica de los parquímetros a un lado y centrándose a lanzar improperios contra «los catalanes».

He estado a punto de llamar a Luis y hablarle en catalán, simplemente para ver cómo coño reaccionaban, pero la cosa ha ido taaaan en aumento que al final, literalmente, me ha dado miedo. ¡Me ha dado miedo hablar en catalán, que supieran que soy catalana! Brutal.

Es una pena y una lástima que los políticos de derechas, de izquierdas, nacionalistas, centristas, de arriba y de abajo consigan manipular a la gente «de la calle» hasta el extremo de la más bruta crispación.

Pero me quedo con la última frase de uno de los sabios contertulianos, que me ha arrancado una sonrisa: «Franco sí que hizo bien».

Olé.

Lau

p.d. Supongo que todos habréis notado la ironía del final, eh… ^_^
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I’m sorry, i can’t translate this post… it’s basically about the stupid behaviour some people have towards «the Catalans» as they call us. I was on the bus this morning and i had to listen to some really crap things like all Catalans are sons of a bitch and should die, etc, etc, etc. And it’s so sad to hear all this, especially when it’s all politicians’ fault, really. Nevermind…

Love,
Lau