Hace un par de días, en Facebook, mi amiga Cris puso un vídeo de su peque Toshiro (2 meses mayor que Eric) quedándose medio frito en el desayuno, mientras ella (y por contagio, él) se partía de la risa. Fuimos muchos los que dejamos comentarios en ese vídeo tan divertido y en un momento dado Cris dijo algo que me dolió un poco (bueno, un mucho, pero Cris no te lo tomes a mal, eh, que no es culpa tuya!), porque era algo que yo siempre he pensando pero que intento apartar, ocultar en un rinconcito de mi mente todos los días:
«Cada día hace algo nuevo. No te puedes perder ni un minuto de su día, porque siempre aprende a hacer alguna cosita. ¡Es tan bonito! Jejeje»
¡Zas! Ahí estaba. Golpe de realidad. Lo que yo intentaba evitar pensar y recordar, ahí lo tenía… ¡es que es taaaaan cierto! No pude evitar contestarla:
«Es una de las cosas que más duelen de tener que dejarlo en la guardería, pensar en lo mucho que te estás perdiendo :(«
Y ella intentó animarme (¡gracias Cris!):
«Lau, debe ser durillo… Pero seguro que también tiene su lado bueno. El finde y las tardes las aprovecháis a tope, ¿a que sí? :)»
Y sí, es cierto, los findes y las tardes los aprovechamos a tope pero no compensa, no es suficiente, no te hace olvidar todas las horas que no estás con él, no te hace olvidar que te estás perdiendo mucho, muchísimo en un momento de desarrollo tan grande.
Yo me voy a las 7h de casa, Eric está todavía dormido y hasta las 16:20h que no voy a recogerle a la guarde, no le veo. Y sé que hace mogollón de cosas, sé que cada día aprende algo nuevo, hace algo nuevo y… quizá no soy yo la primera que lo vea. Y eso duele. He aprendido a aceptarlo, qué remedio… bueno, más que aceptarlo debería decir «a vivir con ello», aunque es algo que siempre tengo ahí en mi mente: ¿qué estará haciendo?
Le echo muchísimo de menos todos los días. Creo que trabajo duro solo para no tener tiempo de echarle más de menos, ^_^ y ahora, más que nunca, me voy cuenta de lo que realmente significa echar de menos a alguien.
Besos,
Lau
Siento mucho haberte hecho pasar un mal rato, Lau.
Sé que no compensa, pero no puedo responderte de otra forma porque es demasiado cruel la realidad y ser madre trabajadora es de lo más duro que hay.
Por eso sólo puedo animarte a mi manera. Como amiga, y como madre.
Un beso guapa.
Cris.
Cris, no tienes que sentirte mal, no fue tu culpa, ¡faltaría más! Esto no era más que una reflexión de la razón que tenías al decir esa frase y lo que cuesta, cuando uno tiene que trabajar y no puede quizá optar a otras opciones, hacer frente a ello.
Tu comentario no me sentó mal… porque es algo que yo pienso y siento todos los días, aunque intento no "recordarlo" :)
Besotes guapa! Y dale un besazo a ese pequeñajo que ya está hecho todo un grandullón!
Tienes razón, pero:
Al pequeño le eché de menos a muerte y lo pasé fatal.
Con el pequeño con 6 meses, 2 incorporada a trabajar, van y me ponen en la calle "por la crisis" si, pero tuvieron que elegir a uno y fui yo "porque durante la baja maternal se evidenció que no era imprescindible" dicho por el que tomó la decisión…en resumen, a la calle por ser madre. Y la parte buena era poder seguir disfrutando de cada segundo de mi bebé.
Pero esa situación se alargaba muchísimo y al final resulta que una persona acostumbrada a trabajar muchísimas horas lo echa de menos, y acabas haciendo lo peor de todo: no disfrutas del enano como deberías estando a su lado. Llámame mala madre…
En resumen, creo que cada parcela de tu vida te enriquece, y el trabajo son muchas horas. Sin perder el foco porque lo más importante es tu hijo, para darle lo mejor de ti tienes que sentirte bien. Y cada día hacen cosas nuevas de bebés pero también con 3, 4 años y más, y ahí tampoco lo ves porque ya tienen su vida, están en el colegio… Así que haces muy bien en vivir con ello y aprovechar cada segundo con él, os disfrutáis un montón, os adoráis y aunque no lo parezca al principio, esas horas que no estás con él también te completan.
Ánimo! Besos
Ufff, tiene que ser difícil.
Fijate que yo aún no tengo al chiquitin entre mis brazos, pero cuando la gente hace planes sobre él y me quitan del medio… "Me lo dejareis que me lo lleve a… pero yo sol@", se me cae el mundo encima. No entienden que si aprenden algo nuevo, como tú dices, quieres ver su expresión, ver sus sentimientos, sus risas… A mi se me queda la cara de boba mirándoles y pensando que te contesto y que no te siente mal… Lo que quiero decir, es que entiendo como te sientes, aunque aún no lo haya sufrido en mis carnes.
Que complicado es todo…
Ánimo Lau, que lo tuyo es por fuerza mayor, así que no te sientas culpable ni nada por el estilo. Un abrazote muy fuerte.
María, vaya historia también la tuya! Está claro que no hay nada ideal, nada perfecto. A mí me gustaría pode trabajar desde casa y estar más ratos con él, no estoy en contra de la guarde, pero era muy pequeñito cuando tuve que dejarlo, nada más… pero al final lo que cuenta es la intensidad de las horas que paso con él y eso no me lo quita nadie, jejejeje.
Conchi, ¡pues ya verás cuando nazca! Mi "problema" es que me encanta hacer cosas con él. Ahora mismo, nos vamos de vacaciones y… ¡tengo unas ganas locas! El año que más… me hace muchísima ilusión.
Besos!