El pasado viernes recibimos una de esas noticias que nunca quieres recibir: Alberto, un buen amigo y compañero de fatigas japonesas había fallecido repentinamente, con sólo 36 años y toda una vida por delante.

A Alberto le conocí hace muuuuuuuuchos años (¡pero muchos, eh!), en una de las primeras cenas Noken que realizamos la gente del foro de japonés en Barcelona. Después, cuando vine a Madrid de visita y cuando ya me instalé aquí definitivamente, fue ‘la cara conocida’, el ‘bastión’, entre tanta gente desconocida (yo recién llegada a Madrid no conocía a casi nadie). Alberto, Tenchi para nosotros, era una bellísima persona, siempre amable, siempre simpático, siempre dicharachero, siempre positivo… nunca le escuchabas una mala palabra, nunca le veías de mal humor, nunca gritaba. Era el claro ejemplo de que si todos fuésemos como él, éste sería un mundo mejor. Tanto en persona como en el foro era carismático. Como traductor y conocedor del japonés también era todo un maestro. Ya sabéis que a mí no me va mucho el manga y el anime, pero la opinión general es que era uno de los mejores traductores de japonés ‘cómico’ que ha habido jamás en España. Y me lo creo, ¡vaya si me lo creo!

Para despedirnos de él, el sábado nos desplazamos a Las Rozas para asistir al funeral y entierro de nuestro amigo. Fue un momento muy emotivo y he de decir que fue duro, muy duro, pero se llevó mejor gracias a la compañía de otros 30 amigos del foro Espacio Japón; todos hicimos piña para recordarle con una sonrisa en la cara, porque Alberto siempre despertaba, en todos, eso mismo, una ‘cara sonriente’, como dirían los japoneses, egao a tope.

Te echaremos de menos, Alberto.

Besos,
Lau