Hoy Eric se ha despertado casi a las 9h (se nota que él también está más cansado y que como hoy no teníamos ningún plan temprano, nos hemos dejado dormir todos, ^_^), así que hemos desayunado y puesto en marcha algo más tarde, pero ya está bien, ¡que estamos de vacaciones! :) Además, teníamos que darle un regalito a Eric, que hoy cumplía 8 meses, así que al levantarnos le hemos dado un libro súper chulo sobre dinosaurios que compramos ayer en Baltimore ^_^.
Hemos cogido la línea azul del metro hasta el Pentágono y allí hemos flipado con la grandiosidad del edificio y las decenas de militares que nos hemos ido cruzando por el camino, cada uno con su traje diferente dependiendo del cuerpo, sección y vete tú a saber qué más. Imponen las medidas de seguridad, las cámaras en todos lados, los controles de acceso, etc. pero nosotros sólo íbamos al memorial por las víctimas del atentado del 11 de septiembre cuando se estrelló un avión contra una de las alas del Pentágono. El memorial es absolutamente precioso, muy, muy bonito y muy sencillo. Todas las víctimas están «organizadas» según su año de nacimiento y en cada hilera de año sale como una especie de riachuelo con el nombre grabado de la víctima y de sus familiares, si los hubiera. Los que miran al Pentágono son los que murieron en el vuelo; los que miran hacia fuera son los que murieron en el Pentágono. Es simplemente precioso.
Vista del memorial:
Detalle de un «riachuelo»:
Vista con el Pentágono al fondo, justo donde chocó el avión:
Seguidamente hemos cogido el metro hasta Arlington Cemetery, el cementerio nacional donde se conmemora a todos los soldados y militares del país. Hemos dado una vuelta rápida y hemos ido hasta la Tumba de los soldados desconocidos, donde yacen los cuerpos no identificados de soldados de la Primera y Segunda Guerra Mundial, así como de la guerra de Corea. De 1984 hasta 1998 hubo un soldado «desconocido» también de Vietnam, pero las nuevas pruebas forenses identificaron el cuerpo con lo que esa tumba está ahora vacía y su inscripción reza ahora «Honrando y manteniendo la fe de los cuerpos desaparecidos en servicio». Todos los días del año, a todas horas, un soldado marcha por la tumba y es especialmente atractivo el cambio de guardia. Impresionante de verdad. Como impresionantes son las hileras e hileras de tumbas de mármol blanco que pintan las colinas del cementerio. Hoy además hemos visto varios coches fúnebres y militares de gala salir del cementerio con lágrimas en los ojos.
Tumbas y más tumbas:
El soldado que marcha día y noche delante de la tumba de los desconocidos… bajo un sol de justicia:
Al salir, hemos pasado por el parque memorial de los marines, donde hay una ofrenda del pueblo de Holanda a los EEUU y unas vistas maravillosas del memorial de Lincoln, el Washington Monument y el Capitolio.
Eric disfrutando de su amigo el césped:
Y otra de las atracciones de la zona, el Iwo Jima Memorial que muestra la famosa imagen de 4 marines izando la bandera americana sobre el monte Suribachi.
Desde allí, hemos ido hasta la zona de Rosslyn en Arlington para ir a un sitio de hamburguesas que nos habían recomendado encarecidamente (y en el que Obama y Biden también fueron en su momento, tras iniciar su mandato como POTUS y V-POTUS, respectivamente ^_^), Ray’s Hell Burger… y la caminatilla ha merecido muchísimo la pena, ¡pedazo de hamburguesas! Súper jugosas y muy muy ricas, se han posicionado en el Top 1 de mi lista de «best burgers». Luis se ha pedido una hamburguesa con queso americano y cebolla roja con una salsa especial, llamada The Mack; y yo una con queso azul, cebolla pochada y champiñones pochados también que estaba im-presionante. De verdad, merece muchísimo la pena ir allí. No sabe el Obama ni nada, madre mía.
A la vuelta nos hemos cogido el metro hasta McPherson’s Square para ir dando un paseo hasta la parte trasera de la Casa Blanca, que como la parte delantera siempre está llena de turistas y es imposible hacerse una foto decente ^_^. Pero bueno, hemos visto los jardines y el huerto que tan de moda ha puesto Michelle Obama.
Y desde allí, bordeando el Ellipse, hemos ido paseando hasta el Memorial de la Segunda Guerra Mundial, donde nos hemos remojado los pies los tres un ratito aprovechando para descansar… ¡qué gustazo poder remojarse los pies, con el calor que hacía! Y Luis ha aprovechado para echarle un ojo al grafiti de «Kilroy was here» que se puede encontrar en este memorial, como hacían los soldados americanos en la guerra allá donde iban, volviendo loco al señor bajito del bigote haciéndole creer que era un super espia o algo así.
Vistas desde la Ellipse del obelisco:
Memorial de la II Guerra Mundial:
¡Pies al agua!
Eric y yo haciéndonos autofotos mientras el papa buscaba el Kiroy was here…
Y de vuelta, hemos pasado por el «Zero milestone» (el kilómetro cero de aquí, para entendernos) y hemos visto el árbol de Navidad nacional que está en un extremo del Ellipse – tiene que ser precioso en Navidades. Hemos subido de nuevo hasta el metro, hemos parado en un Starbucks para darle la merienda a Eric (y para meternos líquido en el cuerpo, todo hay que decirlo, que menudo calorazo que hace!) y hemos cogido el metro de vuelta al hotel a descansar un rato.
Y justo cuando íbamos a darle el baño a Eric, ha saltado la alarma de incendios (que nos ha pegado un susto de muerte) y nos han dado instrucciones de salir por las salidas de emergencia… Así que nos hemos vestido rápido, he preparado un bibi rápidamente y ala, hemos bajado los 9 pisos de escaleras. Al llegar a la entrada del hotel nos han confirmado que los bomberos no habían encontrado fuego y que ya podíamos volver a subir a nuestras habitaciones. Puf, qué susto! Y qué susto se ha llevado Eric, el pobre. Pero bueno, lo hemos bañado, le hemos dado el bibi y se ha quedado frito. Y aquí estamos nosotros, viendo qué pedir en el servicio de habitaciones, que no nos apetece salir…
Besos,
Lau (y Luis y Eric)
p.d. El título de hoy, como no podía ser de otra manera después de ver tantos memoriales y el cementerio nacional, está dedicado a las héroes caídos de todas las guerras, a sus familias, a los que no perdieron la vida en la batalla pero sí lucharon en ella, etc.
Soy un hombre afortunado, me dieron el tour de los memoriales a la caída de la tarde. Estuve con una familia americana por allí. El cabeza de familia tiene un buen cargo en el Congreso, y me llevó de un sitio a otro junto a toda su familia en una furgoneta monovolumen. Me explicaba ciertas anécdotas y luego me dejaba hacer fotos. En el memorial de la Segunda Guerra Mundial todos nos bajamos, y encontramos el muñequito, sí. De noche y todo. Qué buenos recuerdos…
las fotos preciosas, como siempre. me ha encantado la de la Casa Blanca y alguna de otro edificio que he reconocido por las pelis, ja, ja, ja… eso incremente mis ganas de ir a USA, a ver si me dan la beca y me piro un tiempecito a N.Y. Por cierto, total la foto del peque con cara de mala uva y los caballos de batalla detrás, jajajajja
Banyu, desde luego verlo "desde dentro" (es decir, con gente del país) es siempre mucho mejor… para todo! :)
Eva, eso, eso, a ver si te dan la beca y te puedes ir a la ciudad que nunca duerme!
Besos!