Paseos y pintxos y relax, ésa podría ser la descripción del día de hoy en Bilbao… ¡y qué bien lo hemos pasado! Eric se ha despertado a las 7h, hemos desayunado en la terraza mirando el Guggenheim y a las 9h estábamos ya listos para disfrutar de nuestro día. Y hemos empezado dando un largo paseo desde el Guggenheim por la margen de la ría, por la Avenida Abandoibarra hasta el Euskalduna (Palacio de Congresos) y el Museo Marítimo y de la Ría. Un paseo súper chulo en el que Eric ha andando, subido y bajado escaleras, se ha columpiado en un columpio súper chulo y ha saludado a un perro grandote a modo esquimal (hocico del perro – nariz de Eric).
Desde allí, hemos subido al Parque de Doña Casilda Iturrizar, donde Eric se ha echado una siestecita. Hemos paseando un poco por la Gran Vía de Diego hasta llegar a Moyua, donde hemos cogido el metro hasta Las Arenas para ver el famoso Puente Colgante con su barquilla transbordadora (que une las márgenes del Nervión) inagurado en 1893. Tiene tela el asunto…
Y ya que estábamos, nos hemos acercado a la playa de Las Arenas y hemos aprovechado para chapotear un poco en el agua aunque… ¡qué frío está el Cantábrico!
A Eric le tocaba comer y no tenía ningún tipo de interés en la papilla de verdura y pollo que tenía preparada para él, así que hemos tenido que irnos de pintxos… Así que hemos empezado por el aker, famoso por su pintxo de tortilla de patatas. Y sí que estaba bueno, sí, que se lo digan a Eric que se ha comido uno enterito él solito (y era enooooooorme). Vaya saque tiene el pequeñajo:
Después de tomarnos unos cuantos pintxos más (es que ahí en la barra, tan bien puestos, de colores tan vivos… uno no se puede resistir ^_^) hemos ido al bar de al lado, al Irrintzi a comer unas rabas y unos cuentos pintxos más, jijijiji. Sí, efectivamente, nos hemos puesto las botas. Qué bueno todo, madre mía.
Hemos cogido el metro de vuelta hasta Casco Viejo y desde allí hemos dado un bonito paseo por la zona y hemos seguido en dirección al hotel, que los tres necesitábamos echarnos una siestecilla (de camino ha caído un heladito para mí y un granizado para Luis, ^_^). Y vaya siesta nos hemos echado, ¡de un par de horas! Pero es que la familia que siestea unida, permanece unida, jijijiji. ¡Esto son vacaciones! Una vez desperezados, hemos decidido salir a dar una vuelta, sin rumbo fijo, por la zona centro, paseando por la calle Ercilla, Autonomía, Alameda Urquijo, Rodríguez Arias… y por ahí hemos hecho un pit-stop en Desberdin para tomar un par de pintxos de croquetas, que a Eric le tocaba cenar. La croqueta de idiazabal se la ha comido enterita él solito, le ha encantado, ¡y el pan también! Y después de comer media de jamón, se ha tragado el bibe entero y viendo las horas que eran hemos decidido pillar algo de cenar por el camino e irnos al hotel a intentar dormir al enano. Y en esas estamos ahora. A ver si se duerme pronto, vemos alguna serie y a dormir :P
Un beso,
Lau