Pues sí, hace unos pocos días decidimos cogernos un par de días y hacer una escapadita con el coche y después de barajar varias opciones, al final nos decidimos por Bilbao… ¡y aquí estamos!

Guggenheim

Hemos llegado este mediodía después de un viaje con lluvia, niebla y obras en la carretera (¡tela!), pero sin incidente (y el control de crucero del Prius es una go-za-da). Nos hospedamos en el hotel Gran Hotel Domine Bilbao que está situado enfrente del Guggenheim… ¡y nuestra terraza tiene maravillosas vistas al museo y la ría! Nada más llegar hemos salido a dar un paseo por la ría, en dirección al casco viejo, pero hemos parado en el restaurante Atea para comer… ¡y qué buenísima elección! Nos hemos puesto morados. De primero, hemos compartido una ensalada de aguacate, pimientos del piquillo y bacalao y el plato estrella de la casa (y una de las mejores cosas que he probado en mi vida), la tortilla de patatas que estaba simplemente deliciosa. De segundo, Luis se ha decidido por el rape y yo por el magret de pato, ambos platos estupendos. De postre, tarta de manzana para mí y mousse de chocolate con churros para Luis… ¡impresionante todo! Regadito con txakolí, nos hemos puesto las botas. Y después de comer, paseíto hasta llegar a la zona del casco viejo, que es realmente preciosa…  los edificios antiguos le dan un toque precioso a la zona y la Plaza Nueva me ha recordado a la Plaça Reial de Barcelona, curioso. Y desde allí de vuelta en dirección al Guggenheim, con parada en un parque con maravillosas vistas para que Eric subiera a los columpios y andara de aquí para allá (qué obsesión tiene este niño con subir y bajar escaleras, madre mía, qué cansancio, ^_^), pasando al lado del Guggenheim y por debajo de la súper arañota y al hotel relativamente tempranito, que todos estábamos cansados.

Postal desde Bilbao

Mañana más. Saludos desde Bilbao.

Un beso,

Lau