… y por ello hoy volvemos a Madrid, después de pasar cuatro días en Igualada.

Las fiestas han sido entrañables, como siempre… La Nochebuena, menos importante aquí en Catalunya, la pasamos comiendo coca y bebiendo cava con unos amigos de mis padres hasta las tantas. Como sabéis, en Catalunya el plato fuerte es la Navidad. Todos los años, mi madre y mi tía Natalia preparan la comida tradicional: escudella i carn d’olla i pollastre farcit. Tres platos potentes, potentes, que te dejan lleno para toda la semana, ^_^: el primero es una sopa de galets con carne por dentro, ¡deliciosa!; el segundo es la carn d’olla, o sea aolbóndigas enooooormes con patata y zanahoria y demás historias que se han hecho también con el caldo… a mi tía este año le quedó especialmente bueno; el tercero es un pollo enorme (tiene que serlo, para 10…) relleno de carne, manzana, piñones, ciruelas, etc). Siempre lo celebramos o bien en mi casa o bien en casa de mi tía, pero este año ha sido diferente: nos hemos reunido todos en casa de mi primo David y su novia Nuria, que han estrenado piso este año y les hacía ilusión hacerlo ahí. Y ahí estábamos todos: mis padres, mi hermano con su novia Neus, Luis y yo, mi tía Natalia, mi primo Joan y mi primo David con Nuria. Fue un día muy divertido y cachondo, como siempre. Gràcies a tots! :))))

Por la noche, aprovechando que en Catalunya el 26 es fiesta (St. Esteve), quedamos con unos amigos míos que hacía tiempo que no veía, Silvia y Roberto. Primero fuimos a tomar una copa y después la pareja nos llevó a su casa. Hace tan sólo 2 semanas que viven juntos en ella (después de casi 3 años peleando, pobres), así que les hacía ilusión enseñárnosla. ¡Y vaya casa! Luis y yo quedamos enamorados de la súper-mansión… ¡qué pasada! La gracia es que ellos compraron el terreno y como Roberto es albañil (seguro que lo he dicho de manera «simplona», pero es que no sé dar más detalles) pues se han hecho todo el interior como ellos han querido. La decoración, moderna y fantástica, a cargo de Silvia que ha hecho un trabajo impresionante. En serio, chicos, ¡tenéis un lujo de casa! Qué envidia…

El día de Sant Esteve, también festivo, es tradicional comer canelones preparados con la carne del relleno y de la carn d’olla que ha sobrado del día anterior… ¡qué buenooooos! Mi hermano y Neus se fueron a casa de Neus, naturalmente, así que nos quedamos Luis y yo y mis padres. Mejor, ¡más canelones por cabeza! Jejejejeje… Teníamos previsto quedar con otros amigos, pero al final la cosa se lió y a ellos les fue imposible quedar: tienen demasiados sobrinos y había mucho caga-tió que hacer… ¿Ah, qué no sabéis qué es el caga-tió? Pues otra tradición catalana, aunque esta os la explicaré otro día.

De momento, hoy toca llenar la maleta de regalos y volver a casita, a tocar mi shamisen, jejejeje.

Besiñus
Lau