Podéis consultar la primera parte, aquí.
Y recuerdo, antes de que nadie se me eche a la yugular, en este post hablo de mi experiencia personal que para eso es mía (o en todo caso, de la nuestra) ^_^. Hablo de lo que ha supuesto para mí viajar con un peque de 8 meses a una ciudad de Estados Unidos, en un vuelo directo de 8 horas (+1h de taxi hasta llegar a la ciudad) y estancia en un hotel. Un bebé que toma biberón (desgraciadamente no puedo darle el pecho) y tomar ya verduras, carne y fruta. No sé si mi experiencia puede servir a alguien, si es así me alegraría mucho. Si no, al menos, la comparto con todos vosotros :)
Antes del viaje
- Consultar Google Maps en busca de los supermercados más cercanos. En EEUU hay varias «pharmacy» abiertas 24h que venden comida para bebés, aunque la oferta es limitada. Nosotros acabamos yendo a The Whole Foods, una cadena de alimentación orgánica y maravillosa, en la que la oferta era increíblemente variada… ¡había miles de potitos de todos los tamaños y sabores! Y buenísimos, además de muy bien de precio (y eso que eran orgánicos) ^_^ :) También se puede solicitar ayuda en el hotel o a algún amigo que tengamos en el país, para que nos orienten.
- Consultar Internet para conocer qué marcas de potitos/leche/cereales hay, sabores, etc. y hacerse una lista para poder preguntar en caso de no encontrarlos en el supermercado.
- En caso de alojarse en un hotel, solicitar una cuna para nuestra habitación. Muchos hoteles la ofrecen y suele ser gratis. En caso contrario, existen webs a través de las que puedes alquilar durante tus vacaciones todo lo que necesitas para tu bebé (cochecito, trona, balancín, sillín de coche, cunita). Aquí también podría mencionar que podrías llevarte alguna cuna de estas de viaje pero como yo no las he probado y desconozco qué tal, no voy a decir nada :)
- Hablar con la aerolínea si el bebé todavía puede hacer uso de una de las cunas del avión para solicitar expresamente esos asientos. Y aunque no pueda, siempre es mejor dejar constancia de que se viaja con un bebé y que se prefieren esos asientos, son más espaciosos y cómodos. Ah y también podéis solicitar comida para vuestro bebé, por si acaso, oye.
- Dejar la comida de los primeros días de vuelta de vacaciones preparada: papillas congeladas o potitos comprados y asegurarnos de que tenemos agua mineral, leche y cereales para la vuelta. Que cuando volvamos estaremos muertos y no querremos salir a comprar!
- Planificar qué hacer con los pañales y toallitas, ¿nos los llevamos? ¿los compramos allí? Dependerá de los días y del espacio en la maleta. Nosotros, al final, como teníamos espacio, decidimos llevar suficientes pañales, pero podríamos haber comprado perfectamente (ya había investigado ^_^).
- Revisar el seguro médico del peque y hablar con la compañía en caso de tener seguro privado
- Hacer una lista con todo lo que necesitamos meter en la bolsa exclusiva del peque y en la maleta (para él), así vamos apuntando lo que recordamos y seguro que no nos olvidamos nada.
El próximo post irá sobre la preparación del viaje en sí: equipaje, traslado al aeropuerto, vuelo y llegada a destino.
Un beso,
Lau