Domingo 31 Octubre

Highlights del día: Abbey Road, Baker St, St. James’ Park, Buckingham Palace, Horse Guards Parade, National Gallery, Fish & Chips, Covent Garden, Crucerito por el río Támesis, paseo por la rivera sur desde Tower Bridge hasta Westminster Bridge, cerveza en The Red Lion (Whitehall), «roast dinner» y «spotted dick» en casa de Matthew.

Salimos de casa a las 8,30h de la mañana (aunque pensábamos que eran las 9,30h, que somos madrugadores pero no tanto… ¡se nos olvidó el cambio de hora!) y nos dirigimos hasta el famoso paso de cebra de Abbey Road, en el que los Beatles se hicieron la foto para la portada de su disco «Abbey Road». Después de hacer las fotos de rigor (estilo Beatles, vaya) y ver desde fuera los famosos estudios en los que grabaron sus discos, pillamos el metro otra vez y nos dirigimos a Baker St, famosa calle de Londres por un personaje peculiar (ya que no ha sido nunca «real»), Sherlock Holmes. Estuvimos un rato delante del museo de Sherlock Holmes, el número 221B de Baker St.

Paseando por Baker St y tras parar en un Starbucks donde Luis degustó el Gingerbread latte, la segunda de las tres especialidades navideñas de este año de Starbucks, llegamos a Oxford St y desde allí cogimos el metro hasta Westminster para ir andando por St James’ Park hasta llegar a Buckingham Palace. Por desgracia, los horarios del cambio de guardia del palacio eran diferentes al ser otoño, así que no pudimos disfrutar de ello (aunque nos lo reservamos para el lunes). Después de observar el palacio y los guardias que lo vigilaban, paseamos por el St James’ Park, paralelos al lago, donde vemos todo tipo de aves y animalitos. El palacio en sí, bueno, no está mal pero no es excesivamente bonito (hasta Matthew, que es inglés, dijo que le parecía más bonito el Palacio Real en Madrid :D)

Andando, llegamos a Trafalgar Square y entramos en la National Gallery. Queríamos visitar la exposición temporal sobre Rafael, pero el precio nos echa para atrás (9 libraaaaaaaaaaas) y visitamos simplemente la exposición permanente de la Nacional, que eso sí es gratis. A destacar los cuadros de Van Gogh, Cezanne, Gauguin, Monen, Manet, Velázquez, y muchos otros…

Hambrientos, nos vamos a uno de los locales de Fish & Chips más antiguo y tradicional de Londres: el Rock & Sole Plaice de Covent Garden. Allí, comemos unos deliciosos fish & chips, con muuuuucho vinagre sobre las patatas fritas. ¡Delicioso!

Ya que estábamos cerca de Covent Garden, decidimos dar otra vuelta por la zona, siempre tan animada (fue en este momento cuando nos dimos cuenta de que éramos las dos únicas personas en Londres que íbamos con la hora cambiada jejeje). Y allí, decidimos ir al Westminster Pier (al muelle, vaya) y coger un mini-crucero por el Támesis, que nos llevaría desde Westminster hasta Tower Bridge. El crucero, que duró una media hora, fue muy divertido gracias a los comentarios de uno de los miembros de la tripulación, que comentaba todo lo que veíamos de una forma muy amena y divertida, con chistes y demás. Ahí va una fotito del Tower Bridge, para que la disfrutéis:

Después del crucerito, nos sentamos en un banco cercano al puente Tower Bridge y viendo que empezaba a anochecer (aunque eran sólo las 16:30h!) decidimos cruzar el puente y pasear un poco para ver cómo se iban iluminando los edificios y monumentos de la ciudad. ¡Y vaya paseo! Nos recorrimos toda la rivera sur desde el puente Tower Bridge hasta el puente Westminster Bridge… ¡andaaaaaando! Y aunque el paseo fue muy cansado, estuvo muy bonito ya que pudimos ver cómo anochecía en la ciudad y ver las fantásticas iluminaciones del puente Tower Bridge, de la Torre de Londres, de la torre Oxo, del Big Ben, de la noria The Eye, de todos los puentes… Además, recorrimos callejuelas muy oscuras, antiguas y estrechas de la ciudad y nos topamos con uno de los pubs más antiguos de la ciudad, justo al lado del teatro Globe de Shakespeare.

Cansados, después de más de dos horas de paseo, decidimos tomarnos unas cervecitas en el pub The Red Lion de Whitehall (al ladito de la casa del Blair!!!) hasta coger el metro y llegar a casa de Matthew, donde comimos el fantástico roast dinner británico: cerdo al horno, patatas al horno, zanahorias y espinacas hervidas, stuffing (realmente es relleno, aunque no rellenaba nada :P) y salsa gravy. ¡Deliciooooooooooooooooso! De postre, otro plato típico británico, el «spotted dick» (sí, tiene un nombre bastante peculiar), también delicioso, aunque llenaba muchísimo. Según Matthew, en otros círculos es conocido como «spotted dog»… ^_^ ¿Será para evitar la tan malsonante palabra «dick»? Jajajajajaja… Y otra fotito más, ahora del pub en el que nos tomanos una cervecita, tras nuestro criminal paseo…

Por la noche, Luis cayó muerto y se fue a dormir temprano, mientras Matthew me enseñaba a mí (Laura) el vídeo de su expedición a Ecuador, donde fue cuando era estudiante de universidad… Y así se pasó la noche de Halloween, nuestra última noche en Londres.

Happy Halloween,

Lau y Luis