Hola!

Bueno, pues ya tenemos ambos los certificados literales de nacimiento… Nosotros pensábamos que sería algún certificado informatizado, algo del estilo de los tiempos que corren… Y nuestra sorpresa fue mayúscula cuando vemos que el certificado en cuestión es una fotocopia (eso sí, a dos caras :P) de la página del Registro en la que figuran nuestros datos… todo escrito a mano, claro, y con esa caligrafía de cuarentona de hace unos cuaaaaaantos añitos (no vamos a decir cuántos exactamente, jejejejee). Joer, y para eso tanto rollo…

Lo peor, ahora, está en conseguir otro de los certificados (el último!): el de empadronamiento de los dos últimos años. En teoría, es sencillo, vas a la junta de distrito y te lo dan, pero claro, ahora que estamos con el proceso extraordinario de regularización de inmigrantes, las juntas de distrito están hasta arriba. Y cuando decimos hasta arriba deberíamos decir hasta «dos vueltas» porque eso es lo que Laura se ha encontrado esta mañana (ya antes de que abrieran la Junta): una enoooooorme cola daba un par de vueltas al edificio de la Junta.

Mierda, ha pensado, aquí me voy a pasar toda la mañana.

Pero nada más lejos de la verdad…

Después de un buen rato haciendo cola y de pasar frío, le han dicho que ya se habían acabado los 250 números diarios que dan y que a casita. El problema, claro, es que en lugar de haber previsto esta contingencia, se sigue actuando como siempre: una única cola, y los funcionarios son los mismos independientemente del caso en el que estés, y digo yo que deberían haber puesto gente a propósito para atender a los inmigrantes, junto con una segunda cola para peticiones normales, porque entonces, hasta que esto no se acabe, nadie va a poder ir al ayuntamiento a hacer ningún trámite!

Si es que somos un país de pandereta! Es vergonzoso, de verdad. Y admiro a todos los inmigrantes que día tras día aguantan esta falta de organización… vergüenza les tendría que dar a los que organizan estos circos. Laura estaba tan cabreada que ha pedido ver a la jefa de la Junta, que la ha atendido muy amablemente: «ha empezado el proceso de regularización, estamos desbordados… a ver si la semana que viene la cosa está más tranquila y nos hemos organizado más». Genial, claro, eso es lo que toca: organizarse después de una semana de caos. Claro, como no. Como no sabían que el proceso de regularización empezaba ayer y que las Juntas estarían a tooooope de inmigrantes pues para qué organizarse antes de tiempo… para qué…

Veremos mañana, será cuestión de ir a las 7,30h y rezar a todos los dioses para poder entrar…

Saludillos!

Luis y Lau