Pues ya estamos de vuelta… ¿qué rápido se pasan las vacaciones, verdad? :(
Llegamos el martes por la noche (a las 23h estábamos en la cama, con las maletas sin abrir, eso sí) y la verdad es que estamos cansados pero muy felices, ya que el viaje ha ido estupendamente bien. Hemos disfrutado muchísimo y nos hemos quedado con ganas de más (snif), así que sin duda ha sido un viaje genial. Eric ha disfrutado como un enano y hemos notado mucha diferencia de cuando fuimos en enero a ahora. En enero ya disfrutó y estuvo ‘alerta’, pero esta vez ha sido mucho más visible: le han encantado los festivales, ha seguido disfrutando de los trenes, ha interactuado con otros niños y mayores y ha probado comidas muy raras, así que ha sido una experiencia muy gratificante verle disfrutar tanto.
Ahora nos toca procesar y organizar las miles de fotos y vídeos que hemos tomado en cada uno de los sitios a los que hemos ido y empezar a escribir las crónicas… ¡tenemos mucho trabajo! Y es que han sido unos días muy intensos: que si ver Aomori y su Nebuta Matsuri, ver Hachinohe y su Sansha Taisai, ver Morioka y su Sansa Odori, visitar Hiraizumi, participar del matsuri de Kitakami, ver Akita y su Kanto Matsuri, ver Sendai y su Tanabata Matsuri, visitar Matsushima y sus islas, subirnos a la nueva Sky Tree de Tokio, ir al Museo Ghibli, jugar en la Tokyo Dome City, comer sushi bajo las vías de la JR en Yurakucho, comer una hamburguesa deliciosa en Brozers con buenísima compañía, frikear por Harajuku, pasear por Shinjuku, ir a Roppongi, pasar la tarde en Odaiba, pasar el día en las playas de Enoshima…
Ha sido intenso y muy cansado, sí, pero ha merecido la pena.
Pronto en el blog.
Un beso,
Lau