Y seguimos con la crónica de este fin de semana de locos… :)))
Después de dormir poco más de cinco horitas, nos tocó levantarnos e irnos a la otra punta de la ciudad. La razón, eso sí, nos hacía mucha ilusión, así que no nos costó tanto como era de imaginar. Y es que Jesús y Eriko (fuimos a su boda hace un par de semanitas, ¿os acordáis?) tuvieron el viernes por la tarde a su bebé.
¡Enhorabuena, pareja!
Al llegar a la clínica la verdad es que todos nos emocionamos muchísimo: ¡qué ricura de niño! El pequeño Alejandro (o Sora, su nombre japonés) tiene unos ojos preciosos y es guapo con ganas (no era el típico recién nacido algo hinchado y rojito.
Ahí nos quedamos un rato (se nos caía la baba, ^_^) haciendo compañía a la pareja hasta que llegaron los padres de Jesús. Quedamos en ir a verles con más tranquilidad otro día, cuando Eriko ya esté de alta y tranquilita en casa.
¿Y qué hicimos por la tarde? Pues el vago. Nos pusimos el pijama y después de echarnos una siestecilla, acabamos viendo una película en el ordenador: Finding Neverland. Una preciosidad de película, si no la habéis visto os la recomendamos encarecidamente… es muy bonita y emocionante.
Lau y Luis