Lunes 15 de agosto
Hoy el día se ha levantado lluvioso. Y de la manera que caía estábamos seguros de que no iba a parar en todo el día. Y efectivamente no ha parado en todo el día, así que nuestro plan ha sido intentar desafiar a la lluvia yendo a algún sitio cubierto, como el New England Aquarium. Así que después de desayunar, hemos ido al metro ha comprar un par de multipases de siete días y tres paradas más tarde y dos líneas de colores diferentes después hemos llegado al acuario. Allí ya nos hemos dado cuenta de que todos los turistas con niños habían tenido exactamente la misma idea, pero bueno, llovía a mares y no era cuestión de cambiar de idea, así que a la cola. Y no os lo vais a creer, pero lo que más le ha gustado a Eric estaba… ¡fuera del acuario! En la entrada, justo donde están las taquillas, hay un tanque con focas… ¡y eso le ha encantado! De hecho os puedo decir que es a lo que más caso le ha hecho (se ha puesto de mal humor cuando hemos decidido apartarnos y entrar en el acuario, con eso os lo digo todo)… ¡nos podríamos haber ahorrado la pasta que cuesta el acuario, jajajajaja!
Nada más entrar ves el estanque principal con varias especies de pingüinos. Eric les ha hecho un poco de caso, pero no demasiado, sinceramente:
Y en el centro, el tanque principal en el que hay tiburones, mantas raya, una tortuga enooooorme, millones de peces, pececitos y pecezotes. Eric le ha hecho caso regular al tema… del tiburón ha pasado (y mira que le pasaba rozando el cristal), de la tortuga también y del resto de peces… ¡ni caso! :D
Lo bueno es que el tanque principal puede verse desde arriba (está abierto) y hay una persona allí comentando cosas a la que le puedes preguntar lo que quieras, muy educativo todo.
Alrededor del tanque principal están las diferentes presentaciones de diferentes mundos submarinos y diferentes especies. Te presentan animalicos como las ranas y justo cuando estábamos nosotros había una chica explicando a todos los niños las características de una peacccho rana que tenía allí para que todos pudieran ver. También ves el «hospital» y te explican quién está en tratamiento y por qué, la zona de moluscos, la zona de peces de Maine (muy cerquita de donde se encuentra Boston), la zona de las medusas, la zona de los reptiles… cada estanque tiene explicaciones y dibujos, está muy muy bien organizado para que tanto niños como mayores aprendan y disfruten de la experiencia. También tienen una zona especial para que todo el mundo pueda tocar mini-tiburones y mantas raya, es un tanque especial en el que hay dos cuidadoras que van contando cosas mientras los niños se vuelven locos metiendo las manos en el agua e intentando acariciar a los bichos. Está realmente bien. Peeeeeeero, había mucha gente y mucho niño y mucho cochecito y… mucha gente ^_^. Al final hemos subido a la cafetería a darle la comida a Eric, que se ha quedado frito después y hemos decidido que NO íbamos al Children’s Museum. Creo que Eric es un poco pequeño todavía y… ¡seguro que estaba igual de petado que el acuario! :D
Seguía lloviendo a cántaros, pero hemos decidido acercamos a Chinatown, a ver su famosa puerta, regalo de la ciudad de Taipei:
Mamá, puedes hacer que pare de llover por favor…?!
Llovía mucho y estábamos cerca, así que hemos decidido ir a comer al Market, situado en el hotel W, del famoso chef Jean-Georges Vongerichten. Allí hemos compartido el rice-cracker crusted tuna citrus-chilli emulsion, Luis se ha pedido la Market Burger y yo el Grilled chicken sandwich, y de postre una pannacota con sorbete de fresas que estaba espectacular. Todo regado con una cerveza para Luis y una margarita de jengibre para mí (deliciosa).
Seguía lloviendo a cántaros y Luis y yo estábamos ya empapados, así que hemos corrido directos al hotel, a quitarnos la ropa mojada (los vaqueros, los zapatos) y a echarnos una siesta todos. Y no, no ha dejado de llover, así que hemos aprovechado para hacer un skype con mis padres y después hemos salido a buscar potitos para Eric (misión fallida, habrá que ir mañana a The Whole Foods y de paso comprar algunos donuts en una panadería, que aquí son típicos, ^_^) y hemos acabado cenando en Four Burgers.
Y aquí estamos, en la habitación del hotel, viendo como sigue lloviendo. La previsión dice que mañana llueve también (¡joder!) pero que ya pasado hace buen tiempo… ¡a ver si es verdad! Porque con lluvia turistear se hace muy difícil…
Besos,
Lau