… ¡tócate el culete!
Ais, perdón, creo que esta no es la mejor manera de empezar un post. Si es que…
Bueno, ayer sábado fuimos a casa de Jesús y Eriko para verlos a ellos y al pequeño Sora-chan, que está hecho todo un hombretón. ¡Está guapísimo! Muy cambiado, eso sí, porque está enorme (hacía tiempo que no les veíamos, entre unas cosas y otras) y nos hizo mucha ilusión verlos a los tres. Además, en la comida también pudimos estar con otro compañero del foro de Espacio Japón, Francisco, que iba acompañado de su mujer y su hija… ¡una monada de cría! Casualidades de la vida, nos encontramos en el tren y aunque al principio la pequeña Ayami estaba un poco vergonzosa, luego se abrió y no veas… ¡qué energía! Una preciosidad de cría, muy divertida… aunque quizá el pobre gato de los padres de Jesús no esté de acuerdo, jejejeje. Fue una velada muy entretenida. Como siempre, la madre de Jesús cocinó comida muy rica y estuvo muy divertido todo. Desde aquí, muchas gracias por todo. Aquí lo tenéis (foto hecha con el móvil) ¿a que está guapo?
Por la noche, volvimos a Madrid y nos fuimos directamente a un restaurante hindú que nos gusta mucho. Teníamos mono de comida hindú, así que después de meses y meses de no entrar en el restaurante, finalmente ayer encontramos un huequecillo en nuestras agendas y fuimos. Luis se pidió un curry muy picante («todo es cuestión de crucecitas», dijo el encargado… ¡y le puso 3! Toma ya… picante, picante) y Lau se pilló un curry muy suavecito y aromático a coco. Y después de la cena, para ayudar a nuestro estómago a digerirlo todo (aunque creo que el de Luis ha hecho horas extras, el pobre, ^_^), nos fuimos a una sesión golfa del cine a ver la nueva película del Spielberg, Munich. Os dejo con Luis, que esta vez le toca a él comentar la película:
Pues vaya papeleta más complicada me dejas! :D La verdad es que la película es fantástica. Desde el punto de vista técnico, es impecable, la dirección de actores, la fotografía, la música (otra muestra del genio de John Williams), etc. Luego, la historia, es en sí una moraleja grandísima desde el principio hasta el final. Y en ella no hay ni buenos ni malos, aunque esté contada desde el lado israelí. No es de extrañar que no haya gustado ni a israelíes ni a palestinos. En parte, es triste ver como la violencia sólo engendra más violencia, y que después de unos 30 años, las cosas siguen estando exactamente igual, sin haber cambiado un ápice. De hecho, la última imagen de la película, con ciertos edificios al fondo (no decimos mucho, para no destripárosla), te deja con un sabor muy amargo en la boca: no ha cambiado nada.
La película es muy recomendable, aunque eso sí, es muy larga (dos horas y tres cuartos), y también es bastante dura, porque muchas escenas de los asesinatos selectivos te dejan los pelos de punta. Y la reconstrucción, en flashback, del secuestro y posterior asesinato de los 11 atletas israelíes en los Juegos Olímpicos de Munich 1972 son momentos de gran cine, de mucho dramatismo y fuerza. Os animamos a verla y que nos a comentéis por aquí, a ver qué os parece.
Y ya veis… casi a las cuatro menos cuartos nos fuimos a la camita a mimir… ^_^
Un besiñu,
Lau y Luis
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Saturday was a complete day. We went to have lunch with Jesús and Eriko and their little man Sora-chan, who was huuuuuuuge and lovely. It was great as well because we had the company of a friend from the forum Espacio Japón, Francisco and his wife and daughter. The little girl, Ayami, was so cuteeeeee! Although Jesús’ cat may not agree with this…^_^ After spending the afternoon with them, we came back to Madrid and in the evening we went to an Indian restaurant we like a lot. We hadn’t eaten Indian for months, so we had a lot of fun! Especially when Luis ordered extra-spicy and the owner said: «it’s all a question of crosses» and wrote 3 crosses!!!! That was spiiiiiiiiiiicy! It was so much fun looking at Luis’ face… but he enjoyed it all the same, so… After dinner, we needed to give our stomachs a few hours to recuperate from the curry sauces, so we went to the cinema to watch Spielberg’s new film, Munich. Impressive film, highly recommended, really, though it leaves you with a sad feeling: nothing has changed. The last image of the film, with two certain buildings coping your attention (we won’t say anything, just in case you haven’t seen the film yet) is a huge prove of that… nothing has changed.
So, at about quarter to four we actually went to sleep… nice saturday, that was.
Love,
Lau