Después de nuestro viaje a Oslo, volvimos a Igualada y allí nos quedamos hasta la Noche de Reyes, donde disfrutamos de la cabalgata de Reyes de allí, que tiene algo muy especial: los pajes del Rey Baltasar.
En Igualada no son los Reyes Magos los que en el silencio de la noche dejan los regalos a los niños, no. En Igualada son los pajes negros los que van casa por casa a entregar, en mano, después de la cabalgata, los regalos a los más pequeños. La verdad es que es una fiesta espectacular y ver a la mitad de la ciudad disfrazada de paje y visitar diferentes casas entregando los regalos es precioso. Sobre todo para los niños, que flipan al ver un paje negro sacar un regalo de un camión, subir a su casa (a veces, en los primeros pisos, hasta con escaleras apoyadas en las ventanas o terrazas), llamarle por su nombre… ^_^ Aunque los más mayores también flipamos cuando un paje se nos acerca, nos llama por nuestro nombre y empieza a hablarnos de nuestra vida… ¿quién será? ¡Es difícil reconocerlos tan pintados y con todos esos ropajes!
Este año queríamos estar ahí ya que Edu, el hermano de Laura, y Joan y David, los primos de Laura, se disfrazaban de pajes… ¡y ahí los tenéis! Espectacular, ¿eh?
Besitos
Lau y Luis