Hoy hace un año.
Tal día como hoy la prueba de embarazo marcó dos rayitas y nuestras vidas empezaron a cambiar como no podíamos llegar a imaginar… ¡hace un año que descubrimos que estábamos embarazados! Una mezcla de alegría, de miedo, de respeto, de nervios, de felicidad, de dudas… ¡vaya combinado de sentimientos! Por más que estés decidido a tener hijos, cuando por fin sabes que hay una cosita creciendo en tu interior que te hará ser madre, que cambiará tu vida por completo, los nervios, las dudas, el miedo y el respeto creo que son normales, pero teñidos de felicidad, de alegría, de anticipación.
Y ese día, para marcar el comienzo de esa maravillosa aventura, abrimos en secreto el Blog de un Minibicho con la primera entrada «¡Me descubrieron!«. El blog fue una buena manera de compartir con el mundo la felicidad de nuestro embarazo, especialmente durante las semanas en las que lo llevamos en silencio, esperando y deseando que todo saliera bien ese primer trimestre y pudiéramos decirlo al mundo.
Recuerdo perfectamente el día. Un San Isidro que celebramos con nuestros amigos Diego y Olga (sí, lo contamos en el blog, ahí tenéis el enlace), aunque obviamente tuvimos que callarnos y no decirles nada, pero quizá recuerden que una servidora no tomó jamoncito ni cervecita ni nada ese día, a pesar de las tapichuelas y el brunch que nos metimos entre pecho y espalda… ¿raro en mí, no? Jejejejeje…
Qué año más maravilloso. El primer trimestre se pasó volando. No tuve náuseas (no tuve ni un vómito, sólo algún sentimiento raruno al despertarme por la mañana), dejé de tomar café (al principio me apetecía, supongo que por rutina, pero no podía ni olerlo), me dormía por las esquinas cosa mala (es un tópico, pero es tan real!), nos dejamos los ojos viendo una cosita pequeñita en las primeras ecografías, respiramos cuando las pruebas salieron bien, lloramos al decírselo a nuestras familias y explotamos de alegría al decirlo a nuestros amigos en directo (a Diego y Olga, por ejemplo, que no paraban de llevarme a comer sushi… ¡y yo sin poder comer! Jajajajaja) y también por twitter y facebook. El segundo trimestre fue una gozada. Disfruté de mi barriga un montón, me sentía con muchas fuerzas, muy animada, con muchas ganas de hacer cosas, con mucha energía. Tuvimos el sustillo de la falta de líquido y el estrés de mi trabajo que pasaban factura al peque, pero en general fue un trimestre maravilloso. Y llegamos al tercer trimestre, que se pasó como un suspiro (y mejor, porque el cansancio sí empezaba a notarse), porque Eric decidió salir tres semanas antes, un 23 de diciembre de 2009. Ya sabéis todos la historia, no hace falta repetirla (otra vez).
Cómo ha cambiado nuestra vida durante este año… ¡y qué buen cambio ha sido!
Un beso,
Lau