‘Botas de agua’ en inglés se dice wellies y hacía días que queríamos unas para Eric, porque aunque no ha llovido demasiado estos días, sí que es bueno tenerlas just in case (por si acaso, vamos, porque llover aquí llueve fijo, no nos engañemos ^^).
Fuimos un día de tiendas por Tottenham Court Road / Oxford Street, pero Eric no estaba muy por la labor y no vimos nada (había un modelo de Spiderman en Primark, pero sólo les quedaban unas pequeñas y poco más…), así que fue toda una sorpresa encontrar éstas en el H&M de nuestro nuevo barrio, Putney. Cuando las vio, le gustaron mucho y aunque le iban un poco grandes, decidimos comprarlas porque además costaban sólo 5 libras… ¡no está mal!
Y esa misma tarde las estrenamos dando una vuelta por el barrio temporal, aprovechando que llevaba todo el día lloviendo y parando de llover. Fue muy divertido, porque teníamos que ir al supermercado y Eric no quería salir, pero cuando le dije que podía ir con las botas porque estaba lloviendo se iluminaron los ojos y me pidió hasta ir al supermercado más lejano (lo cual me vino de perlas, porque es mi supermercado favorito :D).
Y nos pasamos todo el trayecto saltando los charcos de agua y, no exagero, arrancando sonrisas de otras personas que caminaban por la calle, porque sus risas eran tan bonitas y contagiosas… <3
El pasado lunes volvimos al Museo de Historia Natural, por muchas razones, pero básicamente porque es gratis, nos quedaban muchas cosas por ver, nos apetecía ir después de haber ido hacía pocos días con Gemma, Joshua y Dylan y como Eric no ha empezado el cole aún, podíamos ir. Así que pillamos el bus y… ¡al museo!
La verdad es que ese museo es una auténtica PASADA, especialmente si vas con niños. Espectacular, tanto el edificio en sí, que es una belleza, como las distintas zonas… ¡mola todo!
Esta vez Eric quiso repetir la zona de dinosaurios y la dedicada al cuerpo humano y de hecho ésta última la vimos tres veces. Sí, sí, tres. Fue muy divertido vernos observándonos el dedo gordo de la mano para entender las explicaciones de genética (yo lo tengo curvado pero Eric lo tiene recto, así que pudimos saber, sin verlo, que Luis también lo tiene recto gracias a las explicaciones del museo ^^).
Luego subimos a la zona de gemas y piedras preciosas, donde Eric flipó con un par de meteoritos de Marte que había expuestos, eso naturalmente le encantó.
Finalmente fuimos a la zona dedicada a volcanes y terremotos. Para llegar, hay que subir por unas escaleras mecánicas que cruzan una bola de lava o algo así, cosa que naturalmente a Eric le encantó! Quería bajar para volver a subir de nuevo :D
Una vez dentro, hay mil explicaciones sobre placas tectónicas, volcanes y terremotos. Está todo en inglés, claro, pero con muchas ilustraciones, muestras y fotos que lo hacen súper interesante para los niños. Además, hay una pequeña réplica de un supermercado de Kobe donde uno puede sentir cómo fue, de manera simulada, el terremoto de Kobe de 1995. Eric se asustó un poco al sentirlo (y yo me partí de la risa, lo reconozco ^^), pero fue realmente instructivo.
Y hasta aquí. Vimos alguna sala más, pero muy rápidamente porque ya estábamos cansados, así que nos fuimos hacia el barrio, pasamos por el supermercado a comprar para hacer la cena y poco más.
Definitivamente me declaro FAN ABSOLUTA de este museo, ¡merece taaaaanto la pena!
Pensé que con decir el nombre de la empresa que ha contratado a Luis aquí en Londres y el apoyo de la agencia de recolocación que nos ofreció dicha empresa, los trámites para alquilar un piso en Londres no serían tan dolorosos. Pero me equivoqué.
¡Y vaya si me equivoqué!
Tres días después de llegar y después de cinco horas y media viendo pisos sin parar, nos decidimos por un piso en Putney.
Y ahí comenzó la aventura.
Para comenzar a alquilar un piso en UK, debes pasar por un «control de referencias», una especie de ‘investigación’ donde recogen referencias de tu trabajo, tu sueldo y tus antiguos caseros. Hay empresas que se dedican a ello, por lo que el formulario estaba online y ahí empezaron los problemas, ya que nos pedía el número NIN (número de la seguridad social de aquí), que Luis ya ha gestionado a través de su empresa (pero todavía no tiene) y que yo no gestionaré hasta estar en el piso. Después de decirles que no nos dejaba seguir con el formulario sin el NIN, el tío de la inmobiliaria ya se comenzó a poner nervioso (un incompetente, todo sea dicho, quedó patente después) y como era viernes nos dijo que a ver si el lunes. El lunes obviamente seguíamos sin NIN (^^) así que ya me tuve que poner firme y decirles a todos los que estaban en cc que evidentemente no éramos los primeros en esa situación y que «please advise» (palabras directas y mágicas, parece ser). Los de la agencia de recolocación nos echaron un cable con los de la inmobiliaria y estos al final nos dijeron que pusiéramos varios ceros… ¿no nos lo podrían haber dicho 3 días antes? ¡De verdad!
[¿Veis la estrellita en el mapa? ^^]
Acabamos de rellenar el formulario y comenzaron a investigar a Luis. Hablaron con su trabajo actual y hablaron con la casera de Madrid, a pesar de que no habla inglés y demás. Un lío, vamos. En ese proceso, me di cuenta de que pasaban de mí, de que me quitaban de cc, no contestaban a mis correos, etc… Y es porque consideraban sólo a Luis el cliente, ni siquiera se habían planteado si yo también entraba en el contrato, a pesar de que sí habían pedido mis datos (trabajo y sueldo) en el formulario. Un poco (muy) absurdo todo, lo sé. Y prefiero no darle más importancia ni verlo muy machista, porque ya bastante mal lo pasé en su momento. Total, que se hizo evidente que yo también tenía que estar, así que naturalmente luego me investigaron a mí para poder dar el ok y firmar el contrato ya los dos. Flipé cuando el incompetente de la inmobiliaria le dijo a Luis (a mí no me hablaba ^^;) que avisara a la casera de nuevo, que la escribirían de nuevo para pedirle referencias mías… Yo ahí ya me reí, porque me parecía lo más absurdo del mundo mundial… :D
Ah, y lo más importante. La pasta. MUCHA pasta hay que tener ahorrada en Londres para alquilar un piso, ¡madre mía! Tienes que pagar bastante por adelantado, apuuuuuuuf >.<
Lo último, cuando ya parecía que podíamos recoger las llaves, nos pidieron una prueba de que habíamos ordenado una transferencia periódica del alquiler (ya ves tú, que la puedes ordenar hoy, sacar pantallazo y cancelar, peeeeero, los señores querían ese documento). La cuenta del banco de aquí está ya casi funcional, pero justo eso no lo podíamos hacer todavía, y desde la cuenta del banco en España no nos dejaba hacerla periódica, sólo puntual. Al final escribí a los de la inmobiliaria, les conté la situación y les dije que les podía demostrar que teníamos dinero para pagar varios meses y que me dijeran qué hacer. Por suerte, como les conté con detalles lo que nos faltaba del banco de aquí y demás, supongo que vieron que no mentía y dijeron que daba igual, que podían esperar a que tuviéramos la cuenta establecida y demás… ¡fiiiiiiu!
Y hoy, por fin, he ido a recoger las llaves del piso y… ¡ya es oficial, ya tenemos piso en Londres! Nos quedan varias cosas por solucionar, pero las llaves, al menos, ya las tenemos.
Eso sí, ahora falta que lleguen las cosas de la mudanza (a ver si en Calais no está muy mal la cosa :D).
El domingo 13 de septiembre Luis se marchaba a Nueva York por trabajo, así que decidimos acompañarle hasta la estación de Paddington, desde donde él cogería el Heathrow Express al aeropuerto.
Y si uno está en la estación de Paddington naturalmente se acuerda del osito Paddington, ¿verdad? Pues bien, en la estación que dio nombre a este famoso osito hay una tienda especializada en todo tipo de merchandising del osito Paddington, así que para allá fuimos a hacernos algunas fotos y comprar un cuento.
Eso sí, fue divertido porque Eric se sentó en el suelo de la tienda y ojeó todos los libros, uno a uno, hasta decidir con cuál se quedaba. Al final, el libro que cuenta el origen del osito Paddington, que leímos ahí mismo en la estación (¡lugar perfecto!) y hasta en el metro, mientras esperábamos nuestro tren :D
La idea era ir al parque después, pero Eric decidió quedarse en casa, releer su cuento y dibujar el osito Paddington, así que ahí se terminó nuestro domingo.
Eso sí, para cenar el peque hacía días que pedía espaguetis con tomate y espaguetis con tomate (y berenjena ^^) tuvo. Yo ensaladita y The X Factor en la tele para no echar tanto de menos a Luis.
¡Y así terminaba nuestra segunda semana en Londres!
El sábado pasado nos apuntamos a un photo walk organizado por el grupo de London Local Guides, por lo que a la hora establecida estábamos en la estación de Angel dispuestos a pasear por el Regent’s Canal, uno de los canales más bonitos de Londres.
A ver si tengo tiempo y proceso las fotos que hice con la cámara, mientras tanto, un par del iphone:
Después de parar para tomarnos algo, Eric estaba ya cansado, así que nos despedimos del grupo y acabamos comiendo un buen tonkotsu ramen en Tonkotsu… y en la terracita y en manga corta, ¿qué más se puede pedir?
Como no teníamos prisa, decidimos volver en autobús hasta Waterloo Station (me quedé fritísima en el bus, jajajajaja) y desde ahí pasear hasta casa… ¡y qué gozada son los cielos de Londres! Tan dramáticos y tan cambiantes.
¡Fantástico sábado!
Por cierto, que el viernes quedamos con Israel, amigo de redes sociales y japonófilo también y fue absolutamente genial… eso sí, la única foto que tengo es del Big Ben de noche, cuando volvíamos a casa… ¡es que estaba al 6% de batería! Jajajajaja… Israel, nos vemos pronto, que me encantó verte!